viernes, 28 de febrero de 2020

“CARTAS DESDE EL MANICOMIO”.

“CARTAS DESDE EL MANICOMIO”.

“La escritura es la viva imagen del espíritu” (Marcé 1864)

Entender debidamente las cartas del manicomio, me va a llevar tres meses, este libro de 6 psiquiatras, recopilando y dando su diagnóstico profesional de las cartas que jamás tuvieron salida de esta cárcel con prisión permanente , no revisable que tuvimos en Leganés, requieren de un análisis no profesional, porque el profesional es como el político, siempre arrima el ascua a su sardina, y estas cartas que nunca llegaron a sus destinatarios por una censura férrea, por su sin razón o por no desacreditar a la institución, es y será posiblemente el mayor secreto de esta tierra pepinera.
¿Secreto? Sí, comentan sin yo poderlo asegurar que hicieron desaparecer sacas enteras, podía ser aullidos de enfermos, letras de la desesperación, la búsqueda de la libertad de no estar recluido de por vida, las doscientas cinco páginas del libro dan para otro libro.
Encarcelar al enfermo, puede entenderse, encarcelar su escritura es un crimen mayor.
Los psiquiatras de aquél tiempo nos pudieron hablar de tratamientos tras el diagnóstico, pero no de la censura epistolar, etiquetaban de “imbecilidad” a cualquiera que hubiera tirado del pelo a una hermana en una regañina familiar, o a cualquiera que tenía una futura herencia problemática, era fácil en aquél tiempo quitarse a un familiar de encima y llevarlo al manicomio, como pensionista (de pago) para pasar después al área de pobres.
A este Leganés le han hurtado la historia, porque la historia está llena de locos. Dicen que por sus cartas entendían sus patologías, no lo dudo, ¿Cuál era la patología de Cervantes, cual la de la de Baltasar Gracián? Uno luchaba contra Molinos y otro contra la Cueva de la nada. Todo debió de empezar cuando uno de ellos fue a visitar a Sor Juana.
Médicos alcaldes, alcaldes médicos, la locura empaquetada, las monjas, la España que adormecieron con agua templada y fría, y una carta en el expediente del paciente, y sin embargo, Leganés nunca tendrá otro poeta como de la dimensión de un enfermo mental, Leopoldo María Panero, claro que “la escritura es la viva imagen del espíritu” Señor y señoras psiquiatras, la escritura, es la cloaca que evacua el sentir de la injusticia, no médica, pero sí social.

Josman.

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