viernes, 30 de agosto de 2019

DUERMO CON GALERUCAS.

El insecto amarillo sobre hojas picoteadas es la Galeruca.
DUERMO CON GALERUCAS.
Una decena de olmos enfermos en el Centro Ramiro de Maeztu, sufren la invasión de la Galeruca, ya no voy a reivindicar que Medio Ambiente tome medidas, cada amanecer recuerdo al Ayuntamiento, tras una noche de orgía o bacanal, donde estos insectos voladores terminan en mi sábanas, y en todas las zonas de mi cuerpo desnudas en las noches tropicales de éste Agosto pepinero.
Es decir, en postguerra prolongada dormía con mi hermano Rafael, ahora somos seis en la cama y dos docenas de insectos mirones en techo y paredes.
Pero los leganenses han tenido a Marta Sánchez y Tequila, pero en su Recinto ferial, allí no había Galerucas me dicen los que han asistido.
Hay que amar a los animales, a la naturaleza, pero Señor. Alcalde, cada uno en su lugar, no tengo edad para acompañamientos ni acoso animalista involuntario.
El PP cuando gobernaba hace 5 años, acabó con la plaga de aquél año.
Josman.
Foto de Lidu G.Gómez, en el Centro Ramiro de Maeztu.

domingo, 18 de agosto de 2019

EL QUIJOTE Y ESPAÑA.


El Quijote dijo que: “A los hombres se les conocía por sus obras y no por sus palabras”
Y sin embargo, a Cervantes se le conoció por sus palabras escritas  en sus obras.

Y en ese unir la obra con la palabra, estaba el complemento necesario, hasta en su  Juez de los divorcios: “El invierno de mi marido y la primavera de mi edad” no solo estaba diciendo el problema de la edad en la pareja, estaba analizando sus consecuencias, y España tardó cuatrocientos años en  mal entenderlo.

El invierno no era el de la edad del marido, era el invierno de España, donde tuvo que poner a dialogar a los perros y a un loco que intentaba despertarnos para florecer en la edad de la mujer.

Los políticos todos viven una primavera ficticia, muchas palabras y pocas obras. Pero tienen los ases en la manga y saben que el electorado nunca se divorciará de ellos por una simple razón ni hemos sabido entender El Quijote, ni El diálogo de los perros, y mucho menos El Juez de los divorcios.

El problema político de España, no es de urnas, es de pensamiento.

JOSMAN.