Y Dios no despierta.
Cuando comenzó la epidemia sin ser pandemia, las buenas gentes de Leganés hicieron una plegaria a San Nicasio Patrón de Leganés, solo un mes antes había publicado un libro llamado "El Dios dormido" que me criticaron los que no le han leído.
Hoy vemos el hospital Severo Ochoa, lleno hasta la bandera y evacuando pacientes, y yo sin ser comunista ni monárquico, tropiezo en mis lecturas con el filósofo Karl Marx, y me angustia su frase: "Dado que sólo lo que es material es perceptible, cognoscible, nada se sabe de la existencia de Dios".
Los poetas aficionados buscamos a Dios, como lo buscó Antonio Machado, y a veces solo vemos el vacío, "Creed en Dios" como decía Bécquer, pero sin olvidar la ciencia y la medicina, ni los altares ni los tronos pueden curar, solo lo hace una sanidad pública y saneada.
España tiene dos ríos distintos de una misma Constitución la libertad religiosa, y el derecho a creer o no creer.
¡Despertad a Dios!
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