sábado, 5 de abril de 2008

EL CIELO INALCANZABLE DE LOS GUARDIAS CIVILES.

A veces imagina uno a dos guardias civiles, queriendo alcanzar el cielo, que no es otra cosa que, la libertad y la luz para un futuro mejor, las leyes aprobadas no nos satisfacen a la inmensa mayoría, Zapatero tuvo la oportunidad de hacernos la vida profesional más digna y en ocasiones la particular, porque lo laboral incide en la mente del guardia civil y por ende en el conjunto de su vida
Leed las dos leyes, los poetas podemos hacer hipérboles en nuestros versos, pero no están estas exageraciones lejos de la realidad que nos impuso Zapatero, López Garrido y Antonio Hernando.
Yo seguiré escribiendo contra ellas siempre, porque se que no viviré para ver su modificación tan necesaria.

Dos Guardias Civiles suben
queriendo alcanzar el cielo
y cuando casi lo alcanzan
se lo arranca Zapatero
justo en la cumbre del monte
de la libertad de un tiempo.
Zapatero nos lo quita
con las leyes más injustas
que ha aprobado un parlamento.

Se sientan a meditar
llenos de hielo ante el fuego:
La balanza de deberes
y la escasez de derechos
y una disciplina arcaica
más propia de aquellos tiempos
en que había un General
con la autocracia de acero.
En su mesa de despacho
sangre rojiza de cuero…
que tras ganar una guerra
nos dio la paz del infierno
(cuarenta años y un día
sin aguinaldos ni cuentos)

Y estos dos Guardias Civiles
memoria viva del tempo,
buscan luz y libertad
y sólo hallan cemento
bajo sus botas cansadas
sobre el charol del sombrero
del que sólo desterraron
la huella del barbuquejo
que les impedía hablar
y sentirse más despiertos.
¡Devuélvenos la esperanza,
danos la luz Zapatero,
deja que los guardias rocen
ese cielo de sus sueños!

Leganés, 3 de abril de 2008


José Manuel García García (JOSMAN)

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