Si alguien en España trata de poner en peligro la libertad de expresión, es que no es hijo de esta tierra, ni conoce su historia, me viene a la memoria, aquella coplilla del pueblo de Madrid sobre Francisco de Asís, rey consorte, por matrimonio, de Isabel II del que se cantaba y recitaba: “Paquito natillas/ es de pasta de flora/ y orina en cuclillas/ como una señora” En el dos de mayo de 1.808, (según Pérez Reverte) este mismo pueblo de Madrid, decía que los orinales deberían de llamarse Napoleón: Por pragmática sanción/ se ha mandado publicar,/ el que al jarro de cagar/ se llame Napoleón/.
Y quien esto escribe decía allá por los años 70, influido por su padre: A ese que está en el Pardo /y que es muy pequeñito,/no llamarle franquito/decirle que es un mal cardo/
En fin recordemos a los partidos políticos TODOS, que, salvo la acusación de un delito, (Calumnia) y en otros supuestos (Injurias), si estos hechos se demuestran el imputado por éstas sale absuelto. Y que en el resto cabe la crítica a quienes desarrollan una actividad pública en representación de lo público. Quien no soporte la crítica, lo mejor que puede hacer, es mutarse o metamorfosearse en ciudadano de a pie.
La libertad de expresión
es el hecho más preciado,
quien vea en ella pecado
desde el público sillón,
que se marche a lo privado,
y en su hogar y su sillón
estará bien resguardado
de crítica u opinión.
¡Qué va en el sueldo señores
que se opine del gobierno,
que se come el pan más tierno
que es del pueblo y sus sudores!
Quien vive de los impuestos,
corre el riego, si hace mal,
de ser perpetuo carnaval
de unos versos como estos.
En cambio, el profesional
de su privado trabajo,
nunca nada le cae mal,
ni letras, ni mal hierbajo,
anónimo por vecinal
de lo público no vive,
y de él nada se escribe,
ni del privado bancal
donde tras sudar recibe
el fruto más celestial.
Pero en cambio el personaje
Público, por decisión
Mientras que dure su viaje
Se opina de su gestión.
Y quien no lo quiera ver
de este modo, es mejor
se metamorfosee en flor,
y deje al mundo correr.
Leganés, 3 de marzo de 2009
JOSMAN.
Y quien esto escribe decía allá por los años 70, influido por su padre: A ese que está en el Pardo /y que es muy pequeñito,/no llamarle franquito/decirle que es un mal cardo/
En fin recordemos a los partidos políticos TODOS, que, salvo la acusación de un delito, (Calumnia) y en otros supuestos (Injurias), si estos hechos se demuestran el imputado por éstas sale absuelto. Y que en el resto cabe la crítica a quienes desarrollan una actividad pública en representación de lo público. Quien no soporte la crítica, lo mejor que puede hacer, es mutarse o metamorfosearse en ciudadano de a pie.
La libertad de expresión
es el hecho más preciado,
quien vea en ella pecado
desde el público sillón,
que se marche a lo privado,
y en su hogar y su sillón
estará bien resguardado
de crítica u opinión.
¡Qué va en el sueldo señores
que se opine del gobierno,
que se come el pan más tierno
que es del pueblo y sus sudores!
Quien vive de los impuestos,
corre el riego, si hace mal,
de ser perpetuo carnaval
de unos versos como estos.
En cambio, el profesional
de su privado trabajo,
nunca nada le cae mal,
ni letras, ni mal hierbajo,
anónimo por vecinal
de lo público no vive,
y de él nada se escribe,
ni del privado bancal
donde tras sudar recibe
el fruto más celestial.
Pero en cambio el personaje
Público, por decisión
Mientras que dure su viaje
Se opina de su gestión.
Y quien no lo quiera ver
de este modo, es mejor
se metamorfosee en flor,
y deje al mundo correr.
Leganés, 3 de marzo de 2009
JOSMAN.
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