EL CUERVO AL ACECHO.
Otra vez he visto a Dios
en esta Castilla parda,
ha pasado más de un siglo
y sigue tan machadiana
sobre una vaguada herida
donde aún salta la rana,
Lagrimea en Febrero
mientras un cuervo se alza
hacia un tenue altozano
donde observa cuanto pasa,
y al posarse en una encina
como la corneja grazna
como si llamara a gritos
a un inframundo sin almas.
Y es cuando me dice Dios:
“El graznido es la palabra
de un espíritu infernal
al que yo le di la alas.”
Y me voy a Moraleja
lento pero sin pausa,
está despejado el día
se divisa el Guadarrama.
Arroyomolinos, 18 de Febrero de 2018
JOSMAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario