sábado, 24 de febrero de 2018

Política, Ergotamina y Gracián

Mientras nos anuncia este mismo medio de comunicación que las comisiones plenarias en Leganés se realizan opacamente, como si fueran un secreto, un misterio, o algo que pone en peligro la seguridad nacional, seguimos en esa deriva lenta pero sin pausa de un gobierno en minoría y una oposición que no consigue llegar a acuerdos presupuestarios, y sólo se hacen modificaciones que son remiendos de urgencia.
En un Pleno Municipal dijo Verónica Moro concejala del PP: “Tuvo que venir el PP para salvar España” Esta semana un millón y medio de pensionistas salieron a la calle, en toda España, no había precedentes de una manifestación así en toda la llamada democracia.
El próximo 8 de Marzo, las mujeres españolas trabajadoras, tienen proyectada una huelga a nivel nacional, según las estadísticas están discriminadas en un 23% en sus salarios con los hombres desempeñando las mismas tareas, se han delimitado las ayudas a la dependencia, hoy se anuncia contratos para becarios de más de 45 años, los salarios han bajado hasta extremos del año 2000, el trabajo en precario de hasta 500 euros al mes, no dan para vivir ni a una familia mono parental, se ha recortado en Sanidad y Educación, pero eso sí, la Iglesia sigue percibiendo anualmente 11.000 millones de Euros en un país que es aconfesional, y subimos el presupuesto de Defensa, dicen los expertos que la libertad de expresión y creativa, es decir el arte, ha sufrido un retroceso que casi rayan con aquellos de la dictadura franquista.
Doña Verónica se dejó llevar por el entusiasmo, a veces me preocupa lo que se dice en sede municipal y hasta si no supiera que, ya no se come pan de aquél centeno con Ergotamina producida por el hongo cornezuelo, pensaría, que no lo pienso, que, el salón de pleno además del maleficio de la Acacia y su corneja negra, tiene alucinaciones, como aquellas que dicen que podría presuntamente sufrir Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, que ayer vimos en TVE-2 en la “Oscura noche” por el exceso de pan de centeno, que eran con lo que se nutrían y el citado hongo, hecho que tristemente se daba el zonas húmedas dice la ciencia, Leganés no lo es, y por dinero ya se come poco centeno.
Gracias a Dios y otras al pueblo, somos más de Cachopo, y dicen que de Cacique, y desayunos con prensa sin Ergotamina.
Y es que como leemos en El Criticón de Baltasar Gracián, en ocasiones a los políticos actuales le ocurre lo que a los médicos de aquél Siglo de Oro: “Éste médico tiene por asunto y obligación hacer de los malos buenos; pero él obra tan al revés que de los buenos hace malos y de los malos peores” No indico que los políticos lo hagan con una mala intención, creo que lo hacen por incapacidad, al funcionario se le exige una preparación para el cargo, una oposición, a ellos les basta estar en un partido político e ir en una lista cerrada.
Y es que, salvo la tecnología “no hay nada nuevo bajo el Sol”. Decían en mi juventud todo está en los libros, de ellos aprendemos e incluso sin plagiar adaptamos con torpe intelecto a éste tiempo lo acontecido o contado, porque aquél ayer pervive como eterno en los seres repetitivamente, y todo sufre la política, la que a veces, más parece manejarnos que administrarnos.
Y no es extraño que de los pocos que escribimos, piensen los políticos de muchos de nosotros, eso mismo que Gracián indicó sobre Quevedo“estas hojas de Quevedo son como las del tabaco, de más vicio que provecho, más para reír que aprovechar” Pues seguiremos escribiendo mejor o peor en hojas de tabaco. Sin enmendar a Gracián le contesto cuatro siglos después, que esa risa dio la sal a la mejor sátira de su tiempo.

No hay comentarios: