Leganés es la mariposa
de Lorca.
Leganés es como el principio de
Septiembre, empieza a agotarse como el verano, los días acortan y el calor
empieza a ser más llevadero o menos agresivo. Su legislatura se agota y el silo
donde se guarda el haber está vacuo.
Leganés como escribió Lorca, tiene ese “Maleficio de la
Mariposa” tiene herida un ala, y cae, y cae, hasta que unas curianas y gusanos
la cuidan y hasta el joven Curianito le ofrece su amor y la abraza. “Sin ti mi corazón se está secando”
Decía Lorca que: “Lo peor que puede
hacer un poeta es perder u olvidar un libro de versos en el campo”
Pero así estamos: “¿Quién le pierde entre sombras?” “Quién le manda sufrir sin tener
alas?”
Esta es la metáfora de un gobierno
limitado, que sin intención quebró el ala ciudadana o de la ciudad, la lanzó
desde un alto ciprés imaginario, que es el reloj de autómatas del Ayuntamiento.
La mariposa dormita, los adláteres son
como los gusanos luminosos, alrededor de la doliente, pero no hay alivio, ni
presupuesto, y todos andan como la mariposa, buscando el leve rocío de la
madrugada sobre las hierbas, y sobre el pétalo de una rosa, éste se va
evaporando, porque la naturaleza milagrea cada día, por más que los hombres la
dañemos,
Los poetas olvidamos el libro en el
campo, sobre su musgo, y cada mañana lo reescribimos, y el silfo nos corrige, y
nos alegramos, quisiéramos estar equivocados y no confundir a los insectos,
salvo a la luciérnaga que tiene luz propia y sabe hacia dónde va, aunque su luz
sea un efímero reclamo reproductivo.
¿Pero quiénes son los insectos? La
poesía vive, pero Lorca ya no está para explicarlo.
Y en este maleficio vive Leganés que
mariposea sin alas, y a veces tiene ese duermevela que preocupa, con un alacrán
acechante que devora todo, amenazando las antenas y el ala del insecto lepidóptero, y es curioso, como es una cucaracha con
discapacidad física, mutilada de una pata, su primera defensora.
Pero sólo cabe esperar a Mayo, para
apagar estas “Luces de Bohemia” y ver
amanecer un nuevo tiempo, y quizás metafóricamente, uno de esos sabios
científicos, y mal pagados del Severo Ochoa, en un gesto altruista pueda
realizar un trasplante de ala, y la mariposa, vuelva volar y en su vuelo, como
con vista de Águila, puede ver Leganés como su trofeo deportivo, “Un pepino de
oro” que no se vuelva a oxidar ni con el agua salada de la mar.
Porque hoy Leganés, es una moneda de
cobre sumergida en un galeón, sí, un tesoro, pero hundido. Sí, hay vida, pero
sólo marítima, donde los cachalotes confunden la vieja embarcación con un
castillo de arena, que una y otra vez golpean con su cola.
Los grandes genios crean la metáfora,
para lo que es, una comparación tácita, que se intuye solamente, Lorca la
escribió por encargo, pero no escribió lo encargado, escribió para enseñarnos a
ver y ser, fracasó en el Teatro Eslava en 1919, pero quien realmente fracasó
fue España, no supo y quizás hoy no sabe
entenderlo.
José Manuel García García (JOSMAN)
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