La vacuna y la verbena de la Paloma.
Ayer nos decía la
Cadena Ser que, en el Hospital San Carlos de Madrid a través de mensajes
citaron a médicos retirados que, se personaron allí y se les empezó a
administrar, cuando la prensa se hizo eco, cesaron las vacunaciones.
Esto demuestra
que no había programación para vacunar y
con la excusa de que sobraban dosis, lo mismo se ha vacunado a alcaldes en Alicante,
con una edad media y sin patologías, como a familiares y amigos en diferentes
lugares de España.
Ignoro si hay un
decreto de cómo y a quiénes hay que vacunar de un modo claro a personas
mayores, residentes y con alto riesgo, así como a personal de esas residencias
y sanitarios de las mismas, obviamente personal hospitalario que está cerca del
virus.
Pero este país es
como la Verbena de la Paloma cuando sueña el chotis se lanza todo el mundo a la
pista cercana al organillo, tras bailarlo, siempre hay un quiosco con chocolate
con churros y todo el mundo servido, la vacuna es una zarzuela de agua,
azucarillos y aguardiente.
Donde no existen
gobiernos, ni hay orden ni control. No ha existido en Navidad, ni en ese “Viernes
negro o blanco” donde se ha vendido más que un año normal.
La vacuna es como los
toques de queda, nos están atontando con medidas y desmedidas, los gobiernos son
como la meteorología, lo mismo nieva que llueve, lo mismo nos dicen, “so, que arre”.
JOSMAN.
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