Ayer cumplí 33 años en la Institución, ayer me enteré de que dos Guardias Civiles han sido sancionados en Vizcaya por protegerse de la lluvia en un Nissan Patron, más viejo que yo, a las puertas de la Subdelegación de este Gobierno que nos desgobierna en Vizcaya y en el resto de España.
Este hecho Sr. Mesquida, me confirma una vez más la deshumanización de algunos mandos en el Cuerpo.
Estas dos sanciones materializan de forma clara la brutal división entre el personal del Cuerpo, así mismo sin ser parte en el asunto, estos correctivos nos dividen a usted y a mi y nos convierten en adversarios de ideas, que no son políticas, aunque sí sociales y esencialmente humanas.
A los que mandan en el Núcleo de Servicios de Vizcaya, les diré sólo una cosa muy breve, es una cita de mi amigo y escritor del Sudán, Bushara, en la que dice: “A veces deberíamos tener conductas animales, porque de este modo seríamos más humanos” y sabe por qué Sr. Mesquida, porque en especial los camellos y los asnos no tienen capacidad de odiar, ni capacidad para acosar, tienen siempre en su silencioso comportamiento la bondad de saber soportarnos.
El día 12 de octubre de 1.936, un general tuerto y manco, mutilado de mente y cuerpo dijo en el Aula Magna de la Universidad de Salamanca: “Viva la muerte…! Unamuno, presente como sumo sacerdote de ese templo de la inteligencia, le contestó: “Vencerán pero no convencerán” Ustedes Sr. Mesquida, corregirán o sancionarán, pero ni convencerán, ni vencerán.
Estas sanciones como las del 20-E, cristalizan cada día más la idea de la desmilitarización y ya no hay vuelta atrás no puede haberla, por el la idea de la razón.
Este asunto de Vizcaya, ya me toca en lo personal, y me va a obligar a escribirle una carta semanal, salvo que lo dudo usted tenga la sabiduría de un abad aragonés.
Es una historia que se cuenta en la Sala de la Campana de Huesca: Como hoy en Vizcaya, en Aragón había nobles que se creían cortijeros y reyezuelos, Ramiro II El Monge, accedió al trono tras la muerte de su hermano sin descendencia, y ante los problemas de los nobles, que descabezaban a los vasallos a diario, Ramiro envió a un hombre de su confianza a pedir consejo a su antiguo abad del convento, el abad recibió silenciosamente al enviado real, le escucho y de pronto se levantó y se fue al huerto y ante su visitante empezó a cortar las rosas que sobresalían del rosal, sin palabras…
Cuando volvió el secretario del rey, le contó a Ramiro cuanto vio y escuchó, que sólo fue la poda de una rosas deshumanizadas. El rey días más tardes podó igualmente la podredumbre de su nobleza, se casó y tuvo una hija que casó a los cuatro años de edad con el Conde de Barcelona y entregó el reino a este, desde entonces, mi admirado adversario de ideas Sr. Mesquida, Cataluña y Aragón y su tierra natal Baleares están unidas en una Nación de naciones.
Esta carta es la 1ª, ya ahondaremos más en el tema Sr. Director, la humanidad es lo que hace grande al hombre, de nada sirve ser rey, ministro, director general, alcalde, concejal o cualquier otro cargo o empleo tanto civil como militar, la grandeza del hombre está en su humanidad, y a veces el ser más humano no está en Belén, está en el último Pastor de la Bureba.
La Guardia Civil no está deshumanizada, es un ente no humano, aunque compuesto por seres humanos, hoy, desunido entre sancionadores y sancionados, esa desunión es nuestro mayor problema.
Hace sólo unos días yo le pedía a usted: Democracia y dignidad para nuestros compañeros, me olvidé de pensar que antes que la democracia y la dignidad está la humanidad, si no tenemos comportamientos humanos, de nada sirven la democracia, la dignidad ni la libertad.
El Gobierno de la II República ordenó cerrar la Academia Militar de Zaragoza, nos costó una guerra civil y 40 años de militarismo dictatorial. ¡por favor, basta ya! Que será el titulo de mi segunda carta. ¡Basta ya Sr. Mesquida!
Madrid, 2 de septiembre de 2007
José Manuel García García (JOSMAN)
Este hecho Sr. Mesquida, me confirma una vez más la deshumanización de algunos mandos en el Cuerpo.
Estas dos sanciones materializan de forma clara la brutal división entre el personal del Cuerpo, así mismo sin ser parte en el asunto, estos correctivos nos dividen a usted y a mi y nos convierten en adversarios de ideas, que no son políticas, aunque sí sociales y esencialmente humanas.
A los que mandan en el Núcleo de Servicios de Vizcaya, les diré sólo una cosa muy breve, es una cita de mi amigo y escritor del Sudán, Bushara, en la que dice: “A veces deberíamos tener conductas animales, porque de este modo seríamos más humanos” y sabe por qué Sr. Mesquida, porque en especial los camellos y los asnos no tienen capacidad de odiar, ni capacidad para acosar, tienen siempre en su silencioso comportamiento la bondad de saber soportarnos.
El día 12 de octubre de 1.936, un general tuerto y manco, mutilado de mente y cuerpo dijo en el Aula Magna de la Universidad de Salamanca: “Viva la muerte…! Unamuno, presente como sumo sacerdote de ese templo de la inteligencia, le contestó: “Vencerán pero no convencerán” Ustedes Sr. Mesquida, corregirán o sancionarán, pero ni convencerán, ni vencerán.
Estas sanciones como las del 20-E, cristalizan cada día más la idea de la desmilitarización y ya no hay vuelta atrás no puede haberla, por el la idea de la razón.
Este asunto de Vizcaya, ya me toca en lo personal, y me va a obligar a escribirle una carta semanal, salvo que lo dudo usted tenga la sabiduría de un abad aragonés.
Es una historia que se cuenta en la Sala de la Campana de Huesca: Como hoy en Vizcaya, en Aragón había nobles que se creían cortijeros y reyezuelos, Ramiro II El Monge, accedió al trono tras la muerte de su hermano sin descendencia, y ante los problemas de los nobles, que descabezaban a los vasallos a diario, Ramiro envió a un hombre de su confianza a pedir consejo a su antiguo abad del convento, el abad recibió silenciosamente al enviado real, le escucho y de pronto se levantó y se fue al huerto y ante su visitante empezó a cortar las rosas que sobresalían del rosal, sin palabras…
Cuando volvió el secretario del rey, le contó a Ramiro cuanto vio y escuchó, que sólo fue la poda de una rosas deshumanizadas. El rey días más tardes podó igualmente la podredumbre de su nobleza, se casó y tuvo una hija que casó a los cuatro años de edad con el Conde de Barcelona y entregó el reino a este, desde entonces, mi admirado adversario de ideas Sr. Mesquida, Cataluña y Aragón y su tierra natal Baleares están unidas en una Nación de naciones.
Esta carta es la 1ª, ya ahondaremos más en el tema Sr. Director, la humanidad es lo que hace grande al hombre, de nada sirve ser rey, ministro, director general, alcalde, concejal o cualquier otro cargo o empleo tanto civil como militar, la grandeza del hombre está en su humanidad, y a veces el ser más humano no está en Belén, está en el último Pastor de la Bureba.
La Guardia Civil no está deshumanizada, es un ente no humano, aunque compuesto por seres humanos, hoy, desunido entre sancionadores y sancionados, esa desunión es nuestro mayor problema.
Hace sólo unos días yo le pedía a usted: Democracia y dignidad para nuestros compañeros, me olvidé de pensar que antes que la democracia y la dignidad está la humanidad, si no tenemos comportamientos humanos, de nada sirven la democracia, la dignidad ni la libertad.
El Gobierno de la II República ordenó cerrar la Academia Militar de Zaragoza, nos costó una guerra civil y 40 años de militarismo dictatorial. ¡por favor, basta ya! Que será el titulo de mi segunda carta. ¡Basta ya Sr. Mesquida!
Madrid, 2 de septiembre de 2007
José Manuel García García (JOSMAN)
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