Sí, se llega al poder con los votos de los ciudadanos y ciudadanas, de los que dicen que son el pueblo soberano, pero justamente al día siguiente de que acuda a las urnas, pierden en realidad su llamada soberanía.
Los representantes del pueblo empiezan a respresentarse a ellos mismos y a sus intereses, y los plenos del parlamento, de las asambleas y los municipales, se convierten en el capricho de los cuatro o cinco oligarcas que manejan lo nuestro creyendo realmente que es suyo.
Las mayorías absolutas, lo mismo pasan la trilla al trigo que a las avellanas, y si no alcanzan esa mayoría se realiza el cambalache con una fuerza política que le ofrezca ese apoyo mayoritario, y es así como, la voluntad del pueblo más que trillarse se muele en el molino nacional, en el autonómico y en el municipal.
Nuestra voluntad pasa por tres molinos y la ceguera del pueblo solo ve polvo harinero.
No se que fórmula podrá haber para que se cambie una oligarquía partidista, pero lo que no cabe duda, amigo Sancho, -que diría Cervantes- que las poltronas cambian los sentires y lo prometido, no es lo mismo la miés en el campo que en la era, y no es lo mismo la era que el molino, quizás por ello, nuestro caballero don Quijote luchaba contra ellos, hoy en España se trilla y se muele al pueblo y su esencia. Y, malditos entre los malditos, nos mienten, y lo dicho se vuelve una puñalada por la espalda, siempre contra la clase trabajadora, mientras, la burguesía cabalga a lomos de la banca y de los gobiernos.
España fue, es y será siempre una insula barataria donde jamás la democracia real podrá imperar sobre los intereses creados por ellos y para elllos.
Leganés, 1 de Agosto de 2012
José Manuel García García (JOSMAN)
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