Paseaba esta mañana cerca del Ayuntamiento de Leganés, ese donde habita un fantasma, que en vida, fuera un paciente del psiquiátrico de Santa Isabel. Y yo que empiezo a los 60 años a ser prostático, sentí ganas de miccionar y salpicar de orín la piedra de granito del ayuntamiento. - Lo haré la próxima vez- ¿Y por qué?
Porque recuerdo a Quevedo.*
De antiguo en el solar que se levantó La Plaza Mayor, salían los pacientes a pasear y debajo de una acacia gigantesca sacaban la tercera parte de su miembro viril y meaban, era un hábito, una tradición.
Es poco social mear en un lugar público, sacarse el pequeño "JOSMIN" y dejar un pequeño arroyo en la puerta del consistorio.
Y reitero, como dijo Quevedo al leer "donde hay una ayuntamiento no se mea",y responder lo que él: "Señor Ráez, donde se mea no se edifican Ayuntamientos" Aunque solo sea por mantener la tradición de los dementes.
*QUEVEDO SALÍA ALGO BEBIDO DEL PASAJE DE SAN GINÉS, AL SALIR DE LA BODEGA, HABÍA LA PUERTA DE UNA CASA, Y QUEVEDO MEABA, EL DUEÑO DE LA CASA, PUSO LA IMAGEN DE DIOS, PARA QUE NADIE VOLVIERA A MEAR Y UN CARTEL QUE DECÍA: DONDE ESTÁ DIOS NO SE MEA. QUEVEDO PUSO OTRO CARTEL, DONDE SE MEA, NO SE PONE A DIOS.
Pero, Jesús Gómez Ruíz , alcalde de Leganés, no entiende lo del fantasma, ya lo entenderá, solo hay que seguir sentado hasta que lo sienta, siniestro y penetrante.
En Leganés no se entiende la ironía, y quizás yo no entienda a Leganés, y siento la misma adversidad por PSOE y PP que ellos y ellas sienten por mí, como personas no me deben nada, como partidos políticos demasiado. a los demás no los nombro porque nunca han gobernado.
JOSMAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario