A mi amigo y poeta Jesús Hernández Brotón, que de todo esto sabe infinitamente más que yo.
El domingo próximo, llego a esa edad en que los recuerdos ocupan más tiempo que las esperanzas, y dentro de unas horas escribiré sobre algo que marcó mi infancia, mi juventud y si vivo, marcará mi vejez, del chabolismo a las altas construcciones, lo que hizo alzarse en altura a España y la hundió bajo el peso del cemento y el ladrillo, dos generaciones, y empieza la tercera a hipotecarse en ladrillos, que tan solo es, barro cocido.
España se hizo pobre
con cemento y con ladrillos,
hipotecaron al pobre
y medraron muchos ricos.
- la gente de alma negra,
chupa-sangres y vampiros-
Y los gobiernos de turno
navegaron sin destino...
ignoraron que el ladrillo
tan sólo es barro cocido,
como ánforas romanas
con barniz de falso brillo...
JOSMAN.
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