Mi poesía es como el viento, que es un beso suave y otras, un azote tormentoso.
Cuando era aprendiz de poeta, como "El Buscón llamado don Pablos" de Quevedo, me preguntaban por mi poesía, contestaba que, mi poesía era como el viento, la sentimental, un suave beso, y la social un quejido, un azote tormentoso contra aquellos que nos hunden en la iniquidad.
Esa injusticia o maldad laboral y social que sólo reconocen los que la sufren. Esa que nos convierte en campeones europeos de turismo, y las camareras de habitaciones ganan 1,50 Euros por limpiar habitáculos de medio lujo, según han confesado con nombre, rostro y apellidos en prensa, y en Septiembre al paro. Quienes no ven ésto o no quieren verlo tienen la misma maldad y son colaboradores de ésta iniquidad propia de la España de 1904 cuando P. Baroja escribía "la mala hierba"
Quizás fui un doble hombre hasta el 6 de Agosto, en vez de ser un doble sentir, quizás por ello, tengamos dos ojos, dos oídos y dos hemisferios cerebrales en una sóla cabeza.
JOSMAN.
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