Andaba yo como mal “escribidor” meditando sobre el predicado, el sujeto, la oración , el verbo y las comas, cuando de pronto, vi por la calle Doctor Fleming de Leganés, la silueta humana y humanista de Luciano Represa, (Vicesecretario General de la Ejecutiva del PSL)
Vi a Luciano andar despacio, pensativo, a cuestas con su soledad, y recordé como Juan Ramón Jiménez, recordaba tras ver un día a Machado: “Este hombre no parece un vivo, ni un muerto, parece un resucitado”
Debe ser que el socialismo leganense necesita una resurrección.
No quise saludar a represa, tan machadiano, por aquello del maestro: “Tengo a mis amigos/en mi soledad/ cuando están conmigo/ que lejos están”
¿Quién está lejos de Luciano? Posiblemente muchos.
El rostro de Luciano, venía de sus soledades, de la soledad pura de un buen socialista, y esa soledad era y será siempre como la que escribió Lope de Vega: “A mis soledades voy/ de mis soledades vengo, / que para andar conmigo/ me bastan mis pensamientos”
Subí mi embozo chalinero, baje mi visera bolchevique para no ser reconocido e importunarle con mi presencia, y le contemple, parecía llevar todas las cruces socialistas sobre sus hombros, sobre su alma.
¡Qué buen vasallo, si tuviera un buen rey!
Nos alejamos y volví mi rostro, y ya no veía al hombre, por efecto de mi miopía veía una gran i latina sin punto, veía un rosal sin rosa, tan sólo un tallo sufriendo las
espinas, la rosa la habían arrancado otros.
Y yo, (como dice un comentario, que nunca seré ni aprendiz de poeta) empecé a llorar por Luciano, por la rosa y por un socialismo que siempre fue, y que hoy ya no es.
Leganés, 5 de febrero de 2009
José Manuel García García (JOSMAN)
Vi a Luciano andar despacio, pensativo, a cuestas con su soledad, y recordé como Juan Ramón Jiménez, recordaba tras ver un día a Machado: “Este hombre no parece un vivo, ni un muerto, parece un resucitado”
Debe ser que el socialismo leganense necesita una resurrección.
No quise saludar a represa, tan machadiano, por aquello del maestro: “Tengo a mis amigos/en mi soledad/ cuando están conmigo/ que lejos están”
¿Quién está lejos de Luciano? Posiblemente muchos.
El rostro de Luciano, venía de sus soledades, de la soledad pura de un buen socialista, y esa soledad era y será siempre como la que escribió Lope de Vega: “A mis soledades voy/ de mis soledades vengo, / que para andar conmigo/ me bastan mis pensamientos”
Subí mi embozo chalinero, baje mi visera bolchevique para no ser reconocido e importunarle con mi presencia, y le contemple, parecía llevar todas las cruces socialistas sobre sus hombros, sobre su alma.
¡Qué buen vasallo, si tuviera un buen rey!
Nos alejamos y volví mi rostro, y ya no veía al hombre, por efecto de mi miopía veía una gran i latina sin punto, veía un rosal sin rosa, tan sólo un tallo sufriendo las
espinas, la rosa la habían arrancado otros.
Y yo, (como dice un comentario, que nunca seré ni aprendiz de poeta) empecé a llorar por Luciano, por la rosa y por un socialismo que siempre fue, y que hoy ya no es.
Leganés, 5 de febrero de 2009
José Manuel García García (JOSMAN)
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