Mi hermano del alma Vicente Gordillo, ha escrito un gran artículo, como lo hace siempre este nicasiano que es el poeta de la prosa, aprendamos de él, de su forma de expresar, que es la forma de sentir y de reflexionar.
De nuevo tal como se dijo del Cid: "Que gran vasallo si alguna vez hubiera tenido un buen señor" Los Señores con mayúsculas en este apepinado Leganés brillan por su ausencia, y sólo nos alivia saber que nuestro hermano es un columnista de guardia, donde poner nuestros ojos los dias grises de este tiempo Mariano donde siempre se sodomiza al trabajador y al parado.
JOSMAN.
ALZA LA MANO Y GRITA: ¡¡GOOOOL!!
"La negación es el argumento favorito de los ignorantes ante un posible fracaso, es más: quizás su único argumento para conseguir escapar de las obligaciones contraídas con el pueblo soberano que les sufre en los hogares y en las calles de España. Su cobarde hipocresía les delata.
Tan sólo habría que remitirse a los titulares de los periódicos nacionales, internacionales y opiniones independientes para conocer lo que la voz del pueblo español expresa y desea hacer valer en la calle: “Hay que acabar con los sueldos públicos que se tragan los ingresos que generan nuestras manos productivas y nuestro pan de cada día”, “La inmensa mayoría de los españoles estima necesario recortar una Administración insostenible que devora tres de cada cuatro euros”, “La desaparición de las Comunidades Autónomas y la reforma drástica de las estructuras del Estado es la base que debe sujetar a esta casa en ruinas llamada España”, “En la unificación de ayuntamientos y en el ajuste de las plantillas funcionariales dedocráticas se encuentra la solución a sus deudas ”, “La modificación de la Ley de incompatibilidades (un solo sueldo por cargo público y regulado) engordaría soberanamente las arcas del Estado”, “Diputados regionales se niegan a la reducción salarial y al recorte de sus plantillas”… Reconozcámoslo: el sistema está podrido, porque ellos/as, por activa o por pasiva, lo han provocado, mantenido y defendido hasta extremos incalificables. El fin de esta trápala política está a la vuelta de la esquina. Tambores de federalismo anuncian lluvia para sofocar tanto incendio provocado, tantos años de sequía para los mismos y para nuestros descendientes. Los suyos, como ellos, ya están blindados.
La negación sistemática de lo evidente por parte de los máximos responsables del gobierno de la Nación es una temeraria imprudencia que conduce inexorablemente a la ruina económica de nuestras familias, a la pérdida de los imprescindibles valores democráticos de convivencia y, en consecuencia, al hundimiento de un país acomplejado como el nuestro.
El conflicto social estará servido en bandeja dentro de muy poco si las voces de la calle siguen sin quererse escuchar en los graderíos del bipartidismo: (ganando o perdiendo, a uno u otro lado del Congreso de los Diputados, siempre son los mismos) Alemania ya no gana campeonatos europeos porque toda Europa, ignorantes, es simplemente Alemania.
La negación de la realidad que nos enjaula en estos tiempos decadentes y críticos, en resumidas cuentas, es calidad de necios e hipócritas ante la aparición de responsabilidades; dicho de otra forma: resulta más fácil no enterarse de lo que no interesa, que arriesgarse y afrontarlo con todas sus consecuencias, rentables o no, en beneficio del conjunto social y del mañana.
En lugar de aplicarse la receta gratuita de lo expuesto y predicar con el ejemplo de radicales recortes en sus economías particulares, es decir: austeridad en grado superlativo, nos encontramos inconcebiblemente con todo lo contrario: “Cuadros millonarios, pensiones de escándalo y privilegios de todo tipo despiden inmortalizando a los ministros de cualquier posición tras dejar España hecha un guiñapo”, “Dimitir sin devolver lo supuestamente sustraído se ha convertido en deporte nacional entre altos cargos, familiares y allegados”, “Prestar al prestamista para practicar la usura por partida doble es ya tan común como que La Roja se lo lleve todo, pero eso sí, con trabajo, esfuerzo y compañerismo entre otras virtudes y emolumentos sobresalientes libres de impuestos. Alza la mano y grita ¡¡gooool!!, grita ¡¡gooool!! …
Hacienda no somos tod@s, es más: no espero, como muchos de vosotros, que devuelvan ni las migajas de lo que se han llevado. Goles ganadores en fueras de juego y Urmangarín y Cía., como ejemplo de igualdad ante la justicia, aún sin residencia en el hotel rejas; eso sí, tras devolverle al pueblo español todo lo suyo.
Acostumbrados desde tiempos zapateros a todo tipo de noticias y rectificaciones sobre medidas económicas difíciles, de ajustes de hebilla obrera (que cinturón ya no queda) y a otras peroratas dirigidas a la estigmatizada clase trabajadora (camiseta núm. 67 de los seleccionados para acabar su vida en el tajo), los recibos domiciliarios de luz, gas, bombona de butano, copago farmacéutico, céntimo verde, autovías, transporte público, tasas universitarias y un interminable etcétera quedarán en un segundo plano en tanto esta goleada no tenga una respuesta contundente. Cuestión de pundonor. Démosle la vuelta al partido expulsando a los indeseables: Alza una mano y grita ¡!gooool!!, grita ¡¡gooool!! …, y con la otra esgrime la espada del “ya se acabaron los partidos”. No hay más prórrogas.
A mis conciudadanos españoles, a los sufridos funcionarios de carrera que jamás conocieron “vacas gordas” y a los compañeros/as de Unión Federal de Policía para su utilización.
Se necesita con urgencia emitir un manifiesto y una amenaza en toda regla. No podemos ser siempre los mismos esclavos del poder los que recibamos hasta el último flagelo de su incompetencia supina."
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