El libro de “El Camino” de Miguel Delibes, nos muestra las andanzas pueblerinas de Daniel, “El Mochuelo”, Roque “El Moñigo” y Germán “El Tiñoso”. Un trío de amigos que van descubriendo la vida de una infancia que empieza a vivir una adolescencia adelantada.
La novela realista de Miguel Delibes, de la dicen los críticos “una nostalgia contenida”, describe el primer camino recorrido, que al final, es el verdadero camino, donde entre tanta miseria y necesidades, se encuentra un marqués, una joven de cutis fino, y un recorrido por la fauna que también conocía el autor.
Yo la he leído y la he visto así:
Tres infancias paralelas,
gris posguerra del “Camino”,
Delibes bebiendo a mares
de una aldea consumida.
Igual que su gente adulta,
anclada en pasados siglos.
Un cura que casi es santo,
hombres curtidos y ciegos…
Beatas e hipocresía,
Guindillas y roba nidos.
Un manco, no de Lepanto,
una huérfana pecosa,
y tres niños, que traviesos
desafían a la aurora
y a los trenes desfrenados
que arrancan sus calzoncillos.
Lo demás, una cucaña,
y el vivir de los tranquilos.
Un marqués de medio pelo,
la mocita con tronío,
cutis refinado, padre rico.
Y un niño que intenta ser
casi como sus amigos,
calvas tristes de infancia,
tiñoso sin serlo ha sido,
se lo llevan unas peñas
derrumbado a los abismos.
Después de todo, “El Mochuelo”,
se marcha con el dolor
de dejar senderos limpios,
para intentar conquistar
desconocido destino.
¡ Nunca un camino nuevo
fue mejor que el que anduvimos!
Leganés, 3 de mayo de 2010
José Manuel García García (JOSMAN)
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