Calle de San Nicasio, donde
toca fin y mira a un parque,
donde el tímido sol tardea,
espero tu presencia y canto.
Terraza de un bar, solitaria,
vengo de la locura a la paz.
La calle amplia, es un río de besos imposibles,
el bulevar dibuja tu sombra imaginaria.
Yo escribo al ritmo pausado del cigarro,
que consume mi vida y se consume.
La fachada roja me inspira sueños dulces,
la camarera ignora que estos versos
saben a café, en mis ojos
también café con leche:
una alameda solitaria,
la tímida hierba del otoño,
las colmenas de nuevas gentes.
Todo te trae y te lleva
y acabo el café del solitario.
Leganés, 23 de Octubre de 2012
JOSMAN.
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