Nos causa frustración vecinal que Leganemos sea un Legamínimo.
Mientras en Leganés se habla de una presunta comida del Alcalde en la histórica tierra de mis mayores.
Leganemos se desintegra como un azucarillo danzante en un café con leche caliente.
Con 5 Concejales no adscritos, Llorente de la mano del PP, tiene todo el control municipal, la izquierda -según posición de su bancada-, ya es sólo un catarro otoñal, legal o no, la decisión del alcalde les ha metido un órdago que les deja tullidos y reducidos.
La izquierda no aprenderá nunca, tiene el espíritu, pero no lo materializa perdido en ambiciones lejanas a lo que debe representar.
JOSMAN.
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