En Arroyomolinos en su parte Este, hay un camino que
serpentea como aquellos que retrataba Antonio Machado, desde allí se empieza a
ver el Sol caminar lento hacia su ocaso, allí una gran encina donde las palomas
torcaces juegan al amor, mientras bajo ella se extiende la alfombra verde de
Mayo, y escribo un romancillo a ese Sol
que en su ciclo natural me envejece y me desgasta.
Hoy serpentea el camino
primaveral machadiano,
en cada curva un suspiro,
y en la encina solitaria
hay dos palomas torcaces,
parecen enamoradas,
arrullos como escondidos
entre las vibrantes ramas.
Es Mayo, cuando el amor
vive su verde esperanza.
Se alfombra el campo de
verde,
y en Arroyomolinos pasa
este Sol que da sosiego
busca el ocaso, y se marcha
es el otoño del Sol
que espera su madrugada
en un ciclo permanente
que me envejece y desgasta.
Arroyomolinos, 6 de Mayo de
2017
JOSMAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario