LA ESCLAVITUD BIEN PAGADA.

LA ESCLAVITUD BIEN PAGADA.

Hace 5 siglos decían: “Donde fuerza hay, derecho se pierde” cita de Anton Francesco Doni en su obra La Zucca del Doni, de 1551, la fuerza de sistema hace que no  voten libremente los que se llaman nuestros representantes, y votan lo dictado.

Observo como existe la esclavitud en política, lo vemos en los plenos municipales, autonómicos y nacionales, la idea del líder o del grupo es la que se impone al resto de representantes de los ciudadanos, porque el que se mueve no sale en la foto de las próximas listas siempre cerradas con cremalleras.

Donde no hay libertad de voto, no hay libertad, y a veces como en Leganés los hijos políticos adoptados y acomodados, ya próximos a cambiarse de barco ya no votan con quien les "adoptó" en su naufragio.

Vivimos en una llamada democracia donde los partidos tienen algo de dictatoriales. en el parlamento a la hora de votar el portavoz del grupo hace una señal y todos grandes o pequeño entran por el redil que señala el pastor.

Las listas electorales hasta que no sean abiertas les pasará lo que me pasaba a mi con el arroz de mi madre, tenía que tragar con los guisantes hasta que me emancipé y creé mi propio partido, y ya no fui esclavo culinario, 

Es decir hasta en Leganés, esta ciudad manchega, vive al dictado de sus líderes de un lado y otro, porque la izquierda tiene los comportamientos de la derecha, y hasta el centrado ULEG se equivoca como la "Paloma" de Alberti

Esclavitud bien pagada, pero donde impera "la Voz de su amo" que era el nombre de una discográfica.

Solamente don Jorge J. Pérez, concejal no adscrito, que ha sido como un concejal más del PSOE a lo largo de la legislatura, el jueves por no mojarse el bañador no le acompañó en el baño butarqueño.

Y es que, ha creado una montura,(un nuevo partido) pero aún no tiene caballo, y me da la sensación que no podrá cabalgar entre el Butarque y Polvoranca, y es que el último pleno demostró dos cosas, una que se cayeron las máscaras, y otra que, el miedo electoral paraliza, como a Sancho el ruido de los batanes.

JOSMAN.