CARTA AL ALCALDE.
La sombra invadida.
En la entrada al Centro Ramiro de Maeztu, en lo que es patio que da acceso
a todas las dependencia del mismo, había
en su cara sur bajo los viejos olmos y a la orilla del césped uno o dos bancos
que posiblemente algún camión de reparto dañó,
esa apetecible sombra donde las personas mayores se daban un respiro
veraniego, aprovechando que se quitaros los bancos, dejando sus vestigios en
los adoquines rectangulares donde iban sus anclajes, desde hace meses estacionan vehículos, ignoro
de quién y ni me importa, a pesar de ser un espacio público, una sombra
invadida, un usuario del centro tengo conocimiento que se lo dijo a nuestro
alcalde personalmente, y aunque un alcalde no está para emplear su tiempo en un
banco sombrío, escuchó con atención y educación a éste ciudadano, al cual
conozco, y también hizo alguna petición pasada por registro, se atendió otra
petición, pero la del banco sombrío, se puso la excusa de haber instalado cuatro
en la zona ampliada del denominado Centro Gregorio Marañón, que fue la antigua
casa del conserje, cuando éste centro fue Colegio Público.
En definitiva, el alcalde haciendo un buen servicio, presuntamente encargó
a un técnico o cargo de confianza el atender al ciudadano, pero esa sombra
apetecible y abanicada por las largas ramas de los olmos en los meses de estío,
en una especie de chicuelina taurina, parece ser que, interesaba más a cuantos
dejan sus vehículos en el sitio indicado.
Mire Sr. Alcalde, esto carecería de importancia, como carece de la misma
una sola uva de un racimo picada por un insecto en plena vendimia
castellano-manchega.
Pero las pequeñas cosas nos muestran como se puede hacer las grandes, sé y
sabemos lo difícil que está estacionar en esta zona de nuestra ciudad , y no me
refiero a vehículos del ayuntamiento en el cumplimiento de su deber, y puede
uno entender la subida o bajada de vehículos de personas con movilidad
reducida, que no es el caso, ya que existen aparcamiento delante del Centro
para éstos ciudadanos, pero una cosa sería la entrada y salida de vehículos
para el fin citado, y otra el estacionamiento durante horas próximas a una
jornada de reuniones, que no creo que sean de los concejales un día de Junta de
Distrito, las cuales brillan por su ausencia periódica.
Usted sabe que en la Plaza del Centenario del Real Madrid, hay un
estacionamiento público del EMSULE, hagamos uso de él, hagan uso de él,
recuperemos los bancos sombríos para nuestros mayores, que yo lo soy, pero no los
utilizo máxime escribiendo esta nota, los poetas jamás pediremos para nosotros,
y lo sabe.
Y le diré más, aquellos vecinos que,
incluso viviendo en esa zona norte de la calle del Mayorazgo, que es la sur de
éste centro sufren el pago de los recibos de luz en sus pisos de primera
planta, al cubrir sus ventanas los ramajes de los citados olmos, y el 80% de
ellos y ellas, figúrese las casualidades, son personas de la llamada tercera
edad, y aquellos a los que las ramas le
roban luz solar no pueden gozar de aquellos bancos sombríos desaparecidos, porque hoy esa zona
sirve de estacionamiento, de los que excluyo vehículos oficiales del ayuntamiento, o de técnicos o cargos públicos en gestiones propias de sus
empleos, así como vehículos de empresas colaboradoras con nuestro consistorio.
Por lo tanto, a pesar de los nuevos bancos colocados en su mayoría cara al
sol, colóquese los retirados de la sombra, contamos y cuento con amplio
reportaje fotográfico, obviamente sin identificar los vehículos. No haré uso del
derecho de petición del art. 29 de la Constitución, ni le molestaré con
documentos pasados por registro, usted me conoce, y para bien yo le conozco a
usted, no mande a un cargo de confianza, baje al ruedo, baje al centro, pasee
por el exterior, un socialista llamado Enrique Tierno Galván lo hacía, y era
tan maduro que, le llamábamos todos “El viejo profesor” los madrileños le
recordamos en ese ayer machadiano, donde quisiéramos que ese ayer, aún fuera
todavía.
José Manuel García García (JOSMAN)
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