Los alcaldes nunca escuchan a los poetas, pero a veces si la providencia, dos días laborables sin coches, pero también sin bancos, al menos hoy sin sentarme y caminado a la sombra de un Centro Público en el que los coches invadían la sombra y los ciudadanos se sentaban cara al sol.
En el bajo de la foto, la oquedad de donde estaba el banco sombrío en el empedrado.
Nota y foto de Josman.
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