domingo, 13 de enero de 2019

LAS LÁGRIMAS DEL FRÍO.


LAS LÁGRIMAS DEL FRÍO.

Debe ser que me hago viejo, hiela en toda la meseta de Castilla, y mientras resbala por mi mejilla una lágrima de frío, en el corto paseo al café y a la panadería, pienso en esos pobres que duermen en los cajeros de los bancos y debajo de cualquier peristilo de los muchos que hay en Madrid, sobre cartones y bajo cartones, dicen los gobiernos todos que trabajan para el bienestar de los ciudadanos, pero faltan refugios, y a veces da la sensación de que vivimos en el siglo XVI.
Y esos sin techo, donde dormitan ancianos y niños, a temperaturas de 5 grados negativos, con los precios de la energía tan brutales para la clase trabajadora, cuando ha existido, un impuesto al Sol durante la era del PP, ¿un impuesto al Sol? Miles de problemas burocráticos para quienes querían colocar una placa solar, ¡Qué barbaridad!
Llego a casa con mi lágrima secada, y pienso en las lágrimas que se congelan en los rostros, en los que viven en una lágrima eterna, y me dan ganas de no escribir más en este Madrid, en este Leganés, porque no se puede clamar más en un desierto helado, donde los gobernantes dicen velar por el bienestar del ciudadano, si el ciudadano no vela por él, sólo le queda el cartón de colchón y el otro cartón de manta.
JOSMAN.

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