lunes, 7 de enero de 2019

QUE NO SE REPITA EL AYER.

Advertía el pasado mes en este medio el peligro de este viento político cambiante, el auge de la extrema derecha materializado en la Junta de Andalucía. Conviene recordar el florecer de lo que fueron en el pasado ideas políticas similares.
La izquierda más representativa en los últimos 40 años que ha sido el PSOE, para algunos, nos da la sensación de que como un enamorado andaluz en la reja de su amada, se durmió en los laureles de los patios andaluces.
No hay nada peor que creer que el adversario está dormido mientras dormimos nosotros, y creer en democracia que el “cortijo” es nuestro, hasta los aprendices de poeta, recordamos casi día a día, las consecuencias de la adormidera.
Y cayeron y caímos en esa sensación del opio, que ya causó dos guerras en el siglo XIX entre Inglaterra, Francia, Rusia. EE.UU, y China. (1839 – 1860) No digo que la izquierda se dope, (la adormidera es una metáfora) digo que sufrió esa sensación, y la sufre a día de hoy.
Han creído que ésta alerta que advertíamos algunos, era una crítica gratuita, se critica más a las circunstancias de las ideas cercanas que las más distantes, los poetas sociales estamos obligados moralmente con nosotros mismos a realizarlo, de no hacerlo seríamos hipócritas.
Por todo ello, conviene recordar cómo se quebró el avance de la II República. La II República tuvo muchos errores, pero tuvo el mayor mérito, el del despertar. España amaneció en 1931; después de salir el sol de la cultura y la enseñanza, llegaron los fascistas y apagaron el sol tras su amanecer, sumiendo a España una enorme oscuridad de 40 años.
Los intelectuales como Lorca se subieron a La Barraca, y llevaron el teatro y las artes por pueblecitos, llevaron la luz del entendimiento y el conocimiento, que es el mayor don que pueden dar los hombres a los hombres, tras la salud, el trabajo, el pan y la libertad.
No tendrían cabida en toda ésta página los escritores, catedráticos, científicos, médicos, que pusieron su intelecto en conocimiento de los ciudadanos llevándolo a las poblaciones más distantes de las grandes urbes o capitales de provincias.

PUSIERON TRES PUNTOS PRINCIPALES:

“Manuel Bartolomé Cossio, desde el Patronato de Misiones Pedagógicas, en 1931, puso en práctica estas misiones para acercar a los pequeños pueblos bibliotecas, lecturas, conferencias, audiciones y música coral y de discos, exposiciones con reproducciones de pinturas célebres, proyecciones fijas y cinematográficas y representaciones teatrales” Nos dice la historia y su biografía.
“La acción de las misiones abarcaba tres aspectos” que resumo: Manuel decía que, había que fomentar la cultura, crear bibliotecas fijas y ambulantes, llevar el cine y el teatro, y hasta llevaron copias de modo itinerantes de las grandes obras del Museo del Prado.
Orientar a los maestros y maestras rurales, antes se había conseguido la igualdad, y solicitó un ministerio de Instrucción Pública, se puede comprobar en su biografía. Añadiendo: “La educación ciudadana necesaria para hacer comprensibles los principios de un gobierno democrático a través de charlas y reuniones públicas”.
Las misiones pedagógicas junto a la Institución Libre de Enseñanza, llevaron el despertar, pero ignoraban que los intereses creados de la burguesía, la milicia y los de la Iglesia de aquél tiempo, apagaron el Sol del despertar.
No digo que vaya a ocurrir una brutalidad de tal dimensión, digo que, entre la dormidera de unos y las ideas de otros, podemos perder en materias sociales, judiciales, laborales y de libertades, el poeta sólo puede analizarlo y advertirlo, no tiene capacidad para más.
JOSMAN.

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