miércoles, 15 de diciembre de 2010

ESTROFA JOSMANIANA.

Foto: http://www.flodeo.com/fotos/rosa+negra


No se si he creado una nueva estrofa poética, si existe no la he leído jamás, es de cinco versos el primero de tres sílabas y los cuatro restantes de cinco, rimando en asonante segundo, tercero y quinto, quedando libres primero y cuarto., obviamente siguiendo los preceptos de la diéresis , sinéresis y sinalefa, y el resto que conocemos de lo que es la métrica de siempre.

Hoy pondré dos ejemplos, uno político y otro de índole amoroso.

El primero lleva esta breve introducción:

Ni el candidato a la alcaldía de Leganés del PSOE, ni el que creemos que será el del PP, no me convencen, el primero por su pésima gestión en mi opinión, el segundo por su publicado salario, que, por excesivo tiene tintes burgueses.


Montoya,
alcalde caro
¿gestión de gastos?
Gómez, Jesús,
burgués salario.


Una flor
valdilechera.
La Rosa negra,
hoy se marchita
en la maleza.


Leganés, 15 de diciembre de 2010



JOSé MANuel García García (JOSMAN)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, un cuento:

“Abuelita es muy vieja, tiene muchas arrugas y el pelo completamente blanco, pero sus ojos brillan como estrellas, sólo que mucho más hermosos, pues su expresión es dulce, y da gusto mirarlos. También sabe cuentos maravillosos y tiene un vestido de flores grandes, grandes, de una seda tan tupida que cruje cuando anda. Abuelita sabe muchas, muchísimas cosas, pues vivía ya mucho antes que papá y mamá, esto nadie lo duda. Tiene un libro de cánticos con recias cantoneras de plata; lo lee con gran frecuencia. En medio del libro hay una rosa, comprimida y seca, y, sin embargo, la mira con una sonrisa de arrobamiento, y le asoman lágrimas a los ojos. ¿Por qué abuelita mirará así la marchita rosa de su devocionario? ¿No lo sabes? Cada vez que las lágrimas de la abuelita caen sobre la flor, los colores cobran vida, la rosa se hincha y toda la sala se impregna de su aroma; se esfuman las paredes cual si fuesen pura niebla, y en derredor se levanta el bosque, espléndido y verde, con los rayos del sol filtrándose entre el follaje, y abuelita vuelve a ser joven, una bella muchacha de rubias trenzas y redondas mejillas coloradas, elegante y graciosa; no hay rosa más lozana, pero sus ojos, sus ojos dulces y cuajados de dicha, siguen siendo los ojos de abuelita.
Sentado junto a ella hay un hombre, joven, vigoroso, apuesto. Huele la rosa y ella sonríe - ¡pero ya no es la sonrisa de abuelita! - sí, y vuelve a sonreír. Ahora se ha marchado él, y por la mente de ella desfilan muchos pensamientos y muchas figuras; el hombre gallardo ya no está, la rosa yace en el libro de cánticos, y... abuelita vuelve a ser la anciana que contempla la rosa marchita guardada en el libro.
Ahora abuelita se ha muerto. Sentada en su silla de brazos, estaba contando una larga y maravillosa historia”.


Hans Christian Andersen

http://anticipa-vecinos-leganes.over-blog.es/

poejosman dijo...

Qué gran cuento, que gran metáfora en prosa, siempre gracias amigo.
JOSMAN.