Hay ocasiones en que se empieza a escribir y no se sabe seguir, se bloquea la mente, y ese es el mayor fracaso poético, se puede escribir mejor o peor, pero no poder seguir es como caminar y pararse al segundo paso.
Y se desnudó la Luna.
Se vistieron las estrellas.
Y no seguí escribiendo
la metáfora incierta,
Callejones sin salida
donde se pierde el poeta,
¿pero a quién le llamo Luna,
y quiénes son las estrellas?
Lo que crea el pensamiento
a veces nos desconcierta.
¡Que blanco es el papel
cuando no dice ni cuenta!
Quizás necesito un café para escribir.
Josman.
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