En mi paseo diario enrejado y choperiano, me encontré con un viejo socialista, tan viejo o tan veterano que, acunó en sus brazos el nacimiento político de el exministro José Barrionuevo, en aquél nacer vallecano de un socialismo puro en la transición a la democracia.
Me llamó JRH, y me sorprendió su ruego: “Josman, escribe que necesitamos un retrete en este parque? Y se lo prometí, él me motivo la solicitud, le acompañaba su compañera sentimental, casi octogenaria, y señalándola a ella, me decía que sufre de incontinencia urinaria, yo le hable de nuestra hipertrofia prostática, que nos amenaza con “matarnos por donde más pecado hay” como decía Cervantes.
Nuestros mayores masculinos, dicen algunos pocos que, micciónan tras un gran álamo negro o tras un ancho chopo, pero dicen que, para las mujeres es un mayor problema y están condenadas a apretar sus piernas ante el inevitable goteo, las hay atrevidas (pensionistas) que entran al restaurante de La Chopera, sin consumir, y las hay adineradas que, ese pis circunstancial les cuesta un café con leche, para justificar la entrada al aseo de dicho local.
Advertí al viejo militante que el PSL, a mí jamás me lee, y que yo tampoco los leo a ellos/as, porque son socialistas de etiqueta, y tienen un progresismo de Pasarela Cibeles y sueldo Moncloanianos.
Pero a pesar de lo citado escribiré, firmando como Marqués de Polvoranca y Conde del Bajo Butarque.
Pero cuando empiezo a escribir, me dice mi compañera sentimental que es también socialista que, un retrete similar a los del Parque Ferial, sólo serviría para que entraran drogadictos que usarían éste para sus íntimos menesteres, y que este asunto fue tratado en una asociación de mujeres con prestigio en nuestra ciudad, y que ella utilizó éste argumento.
Y es que los/as socialistas leganenses, no coinciden conmigo ni en el lecho amatorio, por ello en mi tálamo, tengo un lema ripioso escrito: sexualidad y política, siempre acaban con orgasmos suicidas.
En fin, pidamos un retrete y al cuidado del mismo se creará un puesto de trabajo, para los próximos presupuesto de la ciudad, si es que para entonces, no nos ha devorado a muchos el cáncer meatorio por prostático y los chopos enrejados no mueran con notros a golpes de furtivos orines ácidos.
Y aliviemos al café –restaurante, de éste impuesto revolucionario de la tercera edad, que es el uso del aseo de los no clientes, impuesto de solidaridad meatoria, bien sea de modo permanente o transitorio, existen bares en los parques que tienen los aseos cerrados con llave, que sólo dan al cliente.
Si queremos la Chopera cercada como El Retiro de Madrid, poned un retrete, que nos vamos haciendo pis.
Leganés, 5 de abril de 2009
El Marqués de Polvoranca y Conde del Bajo Butarque.
(JOSMAN)
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