lunes, 27 de julio de 2009

EL IMPUESTO DE LA ORINA.

Que nadie se alarme, es una opinión, una propuesta motivada, no es una de tantas metáforas Josmanianas, que algunos lectores no llegan a entender y ando pregonado y a veces amenazado. Dicen que escribo mal, y llevarán razón, pero hay pocos lectores tan obsesionados por la lectura como yo, y hoy, os traigo una anécdota de Vespasiano y su hijo Tito sobre la riqueza de la orina.

“El dinero no huele” el emperador Vespasiano en el año 72 de nuestra era, según cuenta Suetonio, había creado un impuesto sobre la orina, “Su hijo Tito le censuraba un día por haber decretado este impuesto, Vespasiano le presentó delante de la nariz el primer dinero cobrado por dicho impuesto y le preguntó a su hijo, si olía mal; Tito le contestó, que no, y Vespasiano le dijo: sin embargo es orina ”El impuesto conocido como vectigal urinae era pagado por el uso de los recipientes colocados en las esquinas, servía como urinarios y su contenido era después utilizado por los curtidores”

“Aún hoy, después de 2000 años, en Italia los urinarios públicos llevan el nombre de Vespasiani, al igual que en Argentina y Chile, que se les llama vespasianas.”

Lo entrecomillado está sacado de la revista “La aventura de la historia” núm. 129 – año 11.

En diversas ocasiones en blogs y revistas vecinales he reivindicado unos urinarios públicos para el parque de La Chopera, para que los ancianos protáticos puedan hacer aguas menores en ellos y evitar regar con sus orines los chopos y álamos en las urgencias de su enfermedad o sintomatología de la edad avanzada por la hipertrofia prostática ya citada, así mismo a las mujeres de la tercera edad con necesidad urgente de miccionar, toman en ocasiones al asalto el servicio- aseo del restaurante de dicho parque, ya que ellas tienen más complicado el hacerlo en el tronco ya infecto del apartado y esquinado chopo.

De realizarse en dicho parque la obra de urinarios públicos, daría un puesto de trabajo y una tasa que amortiguaría en parte el gasto del servicio, es decir que habría un impuesto sobre la orina como existe en Madrid en El Retiro, Calles Embajadores y Bravo murillo por citar tres ejemplos.

De este modo el alcalde y resto de concejales verían como Tito, que hay dinero que no huele aunque venga del orín.

Pero estos políticos y políticas por su edad no comprenderán aún a los hombres de la Tercera Edad, ni Jesús Gómez, ni Montoya, ni Raúl Calle, Carlos Delgado, no pueden comprender la incontinencia, la urgencia, la tristeza, y la vergüenza de mearse en los pantalones, ustedes todos solo los comprenden cuando les regalan corbata o refrigerios legales y les llaman al voto.

Y señores políticos, que no pido para mi, que estoy en la segunda edad y mitad de cuarto, lo digo por un viejo militante del PSOE, y otros muchos que, viven en Zarza y Leganés Centro y que disfrutan del parque con sus nietos y apenas les da tiempo de volver a sus casa y que tampoco están tan mal para llevar dodotis o pañales como bebés.

Pero en fin, ya sabemos lo que es el Plan E, levantar aceras y volverlas a poner.

Muy pronto La Chopera, con los vientos del otoño, verá enfermar el viejo chopo y su derribo, así como el aligustre que está en el enrejado del deposito de residuos urbanos sólidos, donde también miccionan los jóvenes, cuando el sol de la tarde esté en el ocaso.

En España señores y señoras políticos TODOS y de todos los colores, tendríamos que gritar que: ¡ojala todos los dineros vinieran de la orina!

Porque en algunos lugares de España, presuntamente según las investigaciones judiciales, y con la presunción de inocencia a la que todos tenemos derecho, algunos dineros vienen de algo más sólido, de la mierda.

Leganés, 27 de julio de 2009

José Manuel García García (JOSMAN)

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