sábado, 18 de julio de 2009

Y... SOMOS HIJOS DE SATÁN.

España jamás ha tenido un siglo completo de honestidad en sus dirigentes políticos, tanto en monarquías absolutas, como parlamentarias, dictaduras más recientes, la tan soñada democracia tiene lagunas que van y vienen a los tribunales de justicia.

España está ahíta de ver grandes y pequeñas corruptelas, y la democracia a veces ampara, bajo su paraguas demasiada grama entre su buena mies.

Siempre he dicho que la tierra de garbanzos, siempre da uno negro, y cada olivo, tiene uno o varios chupones en la base de su tronco.

Y yo, mientras tanto, clamo a un cielo justiciero que envíe lejía y jabón- metafóricos- antes de que empiecen a crecer los socios de Satanás, y hasta el hombre más honesto se contamine de este virus amigo de lo ajeno, y en especial de lo público.

La lluvia limpia las calles,

la atmósfera de una ciudad.

¿Pero limpia alguna vez

al político mordaz?(1)

¿Cuándo lloverá lejía,

con jabón de libertad?

¿Cuándo la España ultrajada

tan ahíta de llorar,

tendrá un siglo tranquilo

de total honestidad?

¿Cuándo los que nos manejan

en el pueblo pensarán,

y no en su escaño y su sueldo,

en sus manejos oscuros

en la dudosa amistad,

que empieza con la lisonja

y nos invita a cenar

con mariscos y buen vino?

¡Que no es cena por cenar,

es marisco con negocios

son terrenos con champán…!

¡Después estamos manchados

y…

somos hijos de Satán!

Leganés, 18 de julio de 2009

José Manuel García García (JOSMAN)


(1) Que corroe o tiene actividad corrosiva.

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