sábado, 5 de diciembre de 2009

EL MURO INVISIBLE Y LA CONSTITUCIÓN.

ISIDORO LÓPEZ LUNA, mi amigo del alma.
(a la derecha)
Galardonado con la medalla de plata de la ciudad


Se celebró en Leganés un acto en homenaje al XXXI aniversario de la aprobación de la Constitución.

El acto fue brillante, finalizando con los himnos de la ciudad y de España.

Pero el Ayuntamiento, en su protocolo falló por heterodoxo, creando un muro invisible, que, separaba las 7 primeras filas de la casta política, del pueblo, con tres vigilantes en el paso fronterizo.

Entiendo que los concejales, como autoridades municipales, tenga un sitio de privilegio, -había pocos concejales-, así como los seis galardonados y algún familiar de compañía, pero en las citadas filas, había correveidiles, cargos de confianza, etc. Y estos últimos no son cargos electos.

Curiosamente el teatro José Monleón se convirtió en el “Muro de Berlín” que, en su parte Occidental, la que mira a Alcorcón, era la de la casta política y su enorme sistema planetario.

La zona este, que mira hacia Zarzaquemada, era para la plebe, que es donde debo estar yo, por pertenecer a ella, y no, a la burguesía política.

En la alambrada del muro salude a Carlos Delgado, y sin ser él organizador, le recriminé la separación del pueblo, cosa que escuchó el vigilante del muro.

Dicen que va a venir Tomás Gómez (PSM) a Leganés, para hablar con los vecinos, iré a escucharlo, para comprobar si hay muro, o ¿hipocresía preelectoral?

En el escenario, dos policías con traje de granito, como dos estatuas, no sé si por seguridad o por adorno, con un actitud corporal de firmes, casi militarizados.

Ya en el descanso del acto, salté el muro, menos vigilado, y hablé con Raúl Calle, y José Castejón de IU, Carlos Delgado de ULEG, y Santiago Llorente del PSL, que se mutaron en pueblo, en filas más discretas, la sexta.

La Constitución separa, un día que debería de ser de unión protocolaria, y es que, salvo don Manuel Campos, para auxiliar al alcalde en cualquier necesidad, y los miembros electos, todos los demás sobraban en aquellas primeras filas.

Eso está bien para los plenos, la figura del ordenanza del grupo político, para auxiliar al concejal, en traer y llevar documentos.

Pero separar burguesía política, del pueblo mal llamado soberano… Pues mire usted, Sr. Montoya, es diferenciar las clases, en un día llamado de la igualdad, por constitucional.

No diré los nombre de los/as ocupantes de las primeras filas – salvo los niños- porque usted Sr. alcalde, conoce a los suyos y a los ajenos.

En fin, un muro invisible y vergonzoso, con vigilantes fronterizos o controladores. El viejo Berlín, en un Leganés constitucional… Otra vez, volver a empezar.

Leganés, 4 de diciembre de 2009

JOSMAN.

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