martes, 12 de enero de 2010

LEGANÉS SIN SAL...

Leganés nevado, Leganés sin sal...



Ayer nevó en Leganés, no se si vino el ejército como anunciaron los medios televisivos, si vino no le vi., solo observé a media noche los autobuses patinar en la curva de la C/ Vallés, con la Avda. de la Mancha, para coger la carretera de Carabanchel, patinaban y los policías con saquitos de sal, y tengo entendido que, algunos resbalaron por servirnos como siempre a todos.

Leganés, digan lo que digan los políticos fue un caos, los policías seguían de madrugada ayudando a conductores, y las previsiones de sal fue una ausencia, ausencia de la eterna hija de la mar.



Desde mi ventana

Leganés nevado,

El gorrión y la paloma

ateridos, buscan

el refugio, y trémulamente

miran al poeta.


Yo tengo calefacción,

sopa de pobres,

pero sopa, y pan,

y maquina de fotografiar.


Le abro mi ventana

y solo entran los copos

blancos inmaculados,

los de siempre,

aquellos de mi infancia lejana.


Los coches cubiertos

si arrancan se atascan…

El alcalde, siempre el alcalde,

¿anunció la sal?

pero sigue entre olas de la mar.


La gente resbala, cae,

se rompen los codos, otros, sienten miedo

miedo de caer, pero pasan.


¿El ejército ha venido?

No se si lo ha hecho,

por el hospital y poco más.


¿Y el gorrión y la paloma?

no tienen alcalde, no votan,

no quieren democracia,

como la mía, a deshora…


La tarde trae el sol,

la nieve se diluye.

Enero en Leganés,

autovía y tercer mundista,

aldea pepinera:

nieve, nieve, nieva.

Sal de mar:

ausencia, ausencia.


Y mi amigo Manolo Rosa

Recuerda, en Sevilla

viendo los copos blancos

sobre el aroma del azahar,

con un nieto de la mano.


Leganés, 12 de enero de 2010



José Manuel García García (JOSMAN)


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