miércoles, 30 de diciembre de 2020

El pasado pesa sobre el hoy.

    El pasado pesa sobre el hoy.

Cuando a la aristocracia aún no se la llamaba oligarquía, gobernó este país por citar una fecha desde el siglo XV hasta 1936 en que en España mejor o peor, gobernara la izquierda con sus defectos, que tuvo que ser derrocada la II República con un golpe de Estado y una guerra civil, que provocó 40 años de dictadura.
Después, tardarían en gobernar hasta 1982 un socialismo dulcificado, que siempre ha sido una izquierda descafeinada metafóricamente.
Y cuando llegó Unidas Podemos a formar gobierno con el PSOE, los que han tenido el poder durante seis siglos, no lo pueden soportar, le llaman gobierno ilegal, cuando el presidente del gobierno, me guste a mí o no me guste lo ha elegido el parlamento.
No lo pueden soportar, dicen que el que creó el partido Popular, (antes Alianza Popular) había dicho durante el franquismo. “La calle es mía”
Se vuelven a oír ruidos de sables, en un chat, es decir, ecos de un golpe de estado, con un resultado de 26 millones de fusilados.
Llaman comunistas al gobierno, y ni saben que fue el partido comunista, ni tan siquiera el nazismo que algunos parecen seguir.
Los apellidos ilustres de una historia oxidada quieren conservar privilegios, no pueden vivir sin ellos, quieren los huevos, la sartén y la cocina, el salón, la mesa y la cocina, y criadas que hoy se llaman empleadas del hogar.
En tiempos muy remotos hasta existió el derecho de pernada, y posteriormente cuántos niños de buena familia, dejaban embarazadas mediante engaños, a pobres adolescentes que venían a servir, y volvían a sus pueblos con la vergüenza eterna.
Durante generaciones se criaron así, eran dueños del barco y llevaban el timón, los demás, fuimos polizontes y alguno arrimado a sus ascuas, le nombraban grumete, y así edificaron su España, que llamaron “una, grande y libre” y el que pensara lo diferente, le hacíamos un juicio, tras torturarlo en la Dirección General de Seguridad, por ello hubo que hacer una ley de amnistía y borrar aquellos pecados.
Lo de la grandeza, no sé de dónde viene, sería del oro y plata que nos trajimos del nuevo continente americano y nunca llegó al pueblo. Lo de libre, ya hubo demasiado cautiverio anteriormente para llamarla así.
Josman.

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