Ayer TVE -la dos- ppeppera hasta la médula, nos brindó la película " Divinas Palabras " de la obra de Valle Inclán. Cuando Galdós empezó su decadencia, Valle Inclán con una chispa de hipérbole retrató aquella España de Luces de Bohemia, y de la obra citada arriba, estos dos autores en sus novelas y en su teatro dejaron en cueros a aquella España, el hambre se hacinaba en el poeta y en el discapacitado Laureaniño, Unamuno incorporó a Blasillo en San Manuel Bueno y mártir.
España con un Código Civil del siglo XIX, exponía para la limosna la discapacidad en las ferias y aldeas, y ahora, éste PP heredero de aquéllos años del aceite de Redondela, y creado por ministros franquistas como Fraga, nos culturiza en un descuido.
A TVE, se le ha escapado ésta película que ayuda a pensar, y saber de dónde venimos, y entender en el lodazal en que seguimos, hemos cambiado la limosna al discapacitado profundo, por Cáritas, y por un subsidio tan precario como el Sol nórdico, España lleva cinco siglos entre Duques y Condes de Castilla y terratenientes nobles de Andalucía que regatean al fisco desde Isabel la Católica, y ahora el iluminado de primo de Ribera, quiere adecentarlo todo, no cambiando nada.
España nació así, como los niños Laureaniño, Blasillo y Marianela, el segundo diciendo aquello de “Dios mío por qué me has abandonado”.
Y en Divinas Palabras, el sacristán cornudo, diciendo aquello de “El que esté limpio de pecado, tire la primera piedra”
Si a esto lo pudiéramos completar con Misericordia de Galdós, con la criada pidiendo limosna para su señora en la Iglesia de San Sebastián de Madrid.
Hoy se habla de la “Marca España”, somos europeos, pero aún arrastramos como El Butarque esa sedimentación de cinco siglos.
La literatura es vida, los poetas y escritores lo escribieron porque lo vivieron, porque se rebozaron en el barro, y Valle Inclán necesitaba el opio para desatascar su mente.
Galdós senil, lloraba viendo teatralizada Marianela, Unamuno buscaba la fe en un cura ateo.
La “Marca España” es lavar la cara a nuestro pasado, engañando nuestro presente, y tratando de maquillar nuestro futuro. Con una juventud exiliada o mal pagada.
No es literatura hiperbolizada, es el pan nuestro de cada día desde aquellos Reyes Católicos que regalando a sus colaboradores media Andalucía y Castilla en parte, hipotecaron veinte generaciones. –Duques de Alba, de Medina Sidonia, etc. Y una Biblia en verso que hemos cambiado por banqueros y multinacionales deshumanizadas.
¡Viva España! La de ellos.
JOSMAN.
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