Foto de Google.
En Leganés, solo nos falta escribir como metáfora aquello que escribió Cervantes en “El coloquio de los perros” Sin plagiar a Cervantes, hay que amoldar ese coloquio a estos tiempos pepineros, donde ya tenemos un Berganza y a un Cipión, el Ayuntamiento de Leganés se halla también frente a un hospital como el Hospital de la Resurrección, en Valladolid. En Leganés hay que escribir “sin herir ni dar mate a ningún político o cosa señalada” Sin injuria ni calumnia se puede jugar con el poder, ya que él juega con nosotros.
Escribir sátiras parece fácil, pero no lo es al contrario de lo que dijo el Maestro. Cervantes lo pone en la boca del perro Cipión: “Por haber oído que dijo un gran poeta de los antiguos que era difícil cosa el no escribir sátiras, consentiré que murmures un poco de luz, y no de sangre; quiero decir que señales, y no hieras ni des mate a ninguno en cosa señalada: que no es buena la murmuración, aunque haga reír a muchos, si mata a uno. Otro aspecto es el espíritu jocoso con que representa la mala suerte”. Escribía don Miguel.
La sátira pepinera como decía Cervantes, debemos de hacerla “con habla llana y brevemente y siempre con naturalidad”
Porque Leganés y sus políticos son más futboleros que gente de letras y entendimientos satíricos en lo público, que no en su vida personal que no me compete por íntima.
También es verdad aquella cita Cervantina: "¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?" Pero yo no soy personaje público, ni administro lo público.
También es verdad aquella cita Cervantina: "¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?" Pero yo no soy personaje público, ni administro lo público.
JOSMAN.
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