Foto: Google.
VAREAR LOS COLCHONES DE LA MENTE Y LOS ABANICOS.
Ayer tarde tras un golpe de calor en la hora del café, medité sobre un acontecimiento casi anual que me llamaba la atención,la visita del colchonero, sacaba mi madre el colchón al patio y se realizaba esta labor que dicen las enciclopedias que se hacía así:
"En primer lugar, se deshacía el colchón antiguo para lavar la lana y la tela vieja, en el caso de que ésta se quisiera aprovechar.
A continuación, se escorpinaba la lana, lo que consistía en separarla con las manos para aflojarla, dejándola preparada para el proceso de varear.
Para varear la lana, solo se necesitaba una vara de avellano, sabina o senera y mucha práctica. Como la lana desprende mucho polvo y suciedad, este trabajo se realizaba con la cabeza cubierta. El aire un poco intenso era perjudicial para realizar este trabajo de pasar los colchones, ya que si hacía mucho aire, como la lana pesa poco, se la llevaba y entonces no se podía varear porque la vara no cogía la lana".
Lo aprendices de poeta, deberíamos sacar al patio las ideas de los anaqueles de la mente y varearlas, pero no encontramos el tiempo para hacerlo.
El Consejero de Sanidad de Madrid, que es médico, dice que la calor se calma con sombrero, abanico y agua. Gregorio Marañón cogiendo una idea de Unamuno dijo: "Quien sólo sabe de medicina ni de medicina sabe" estos del PP, que limitan ideológicamente con el franquismo, tienen esa idea rancia de aquel ayer colchonero, y con Centros Educativos no acondicionados, en la cuna de la Púnica llevaba a dar clase a unos niños a un tanatorio por su refrigeración, es curioso, las enseñanzas de la vida donde descansan su primer sueño los muertos.¡Bravo, Cifuentes!
Como dice Rajoy, "hay que pensar las cosas antes de decirlas", lo del abanico, el agua y el sombrero lo sabíamos en Madrid mucho antes de los tiempos de Quevedo, pero el Consejero de Educación sacó las ideas a varearlas, y el colchón de la inteligencia se le quedó vacío.
JOSMAN.
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