Estos días me pierdo por las veredas de mi viejo Carabanchel natal, ya quedan pocas, el ladrillo y el cemento, ocuparon los lugares del juego de mi infancia, lo único que no me han quitado los políticos y los especuladores es la memoria, y ésta hace que vea retratados en la imaginación los viejos caminos, las estrechas veredas y hasta los campos de "La Mina" dónde jugabamos con balones de papel y con suerte con pelotas de goma.
Después haré una pequeña gira por el Este madrileño, por Valdilecha y las riberas del Tajuña, también veredas existentes aún, que es como una Alcarria madrileña, donde las abejas se lanza a la flor viviente de la primavera.
Estos días dejo el Butarque, San Nicasio y hasta la obligada visita al Motown, por buscar las viejas veredas.
Con esta canción de ausencia,
-ausente conmigo mismo-
yo no ando caminos,
sólo voy por las veredas.
Ahuyentando la melancolía,
las veredas de los días...
Ayer, caminaba Andrés
por riojana alegría...
Yo, por las veredas mías.
¡Campos de Carabanchel!
Carabanchel Bajo, 23 de Mayo de 2012
JOSé MANuel García García (JOSMAN)
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