Espumea El Butarque en su cascada escasa,
el sobrate del estanque, son cinco hilos contínuos,
llevan todo en casi nada, como un sueño de utopía.
Y allí, la sombra de Bea, besando la tierra herida,
llena el crepúsculo de aroma. Un pato descansa,
mientras Mayo fatiga el suspiro más profundo.
Leganés, 18 de Mayo de 2012
JOSé MANuel García García (JOSMAN)
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