sábado, 9 de noviembre de 2013

EL CAFÉ DE LA TARDE...




A veces, no se por qué escribimos aquí, o en Facebook, poemas escritos hace tiempo, en fin, yo no entiendo de aves pero dicen en Leganés gentes procedentes de las zonas rurales que, las urracas se comen los huevos de los nidos de los gorriones, si esto es así, es como la subidas de impuestos que hacen las urracas con el pueblo gorrionil:

Cuando el café de la tarde
es amargo para alguien,
es mejor el paseo
por frondosos olivares,
y, hablar con uno mismo
de la vejez imparable,
dar de como a gorriones
tal como Liberto hace
acosados por "urracas"
por siempre consistoriales...

JOSMAN.

2 comentarios:

Liberto Malasaña dijo...

Me has "cazao" la metáfora. Así es, pero no sólo se comen, las urracas, los huevos de los gorriones, también los de las torcaces y de las tórtolas jardineras y, en especial, los de los mirlos. Además, como carnívoras que son, devoran los polluelos de estas aves y a más de un adulto, y acaban con las colonias de murciélagos que duermen en los huecos de los tejados. Estos córvidos de jardín tienen su réplica sanguinaria en la costa en la figura de la gaviota asesina de ingenuas y confiadas palomas, que acaban devorando. No lo pueden evitar, urracas y gaviotas son así porque son lo que son desde que nacen. Va en su condición y no lo pueden evitar. Fíjate y verás como los hombres somos gorriones, mirlos, palomas..., córvidos o gaviotas y más. Alguien quiso hermanarnos y acabó crucificado. Si el Hijo de Dios no pudo, ¿cómo podrá el gorrión? Lo cierto es que el silencio de los poetas es el comienzo del fin de los gorriones. Un abrazo.

poejosman dijo...

AMIGO lIBERTO: CON TU SABIA EXPLICACIÓN ME HE DIRIGIDO A NUESTRO AMIGO GORDILLO DE ÉSTE MODO:

A mi amigo y hermano Vicente Gordillo, le gustará esta refléxión de nuestro Liberto, cuando dice sin equivocarse que: "Lo cierto es que el silencio de los poetas es el comienzo del fin de los gorriones".
A mi, hermano Gordillo, me quedan 3 años para alcanzar la edad en que murió Francisco de Quevedo, y estoy tan desilusionado como él, aquél 8 de Septiembre de 1645, en aquella época también las urracas y las gaviotas acabaron con el siglo de oro y con los poetas, bajo la crueldad del Conde Duque de Olivares, pero eso, lo dejo para otro día.

JOSMAN.