Insula
mariana y zapatera,
panal
genuino en decadencia,
la
miel para la aristocracia,
simple
cera fría y ciega
para
cuantos fueron, son y serán
huérfanos
sin horizonte.
A
veces contamos los días
como
los inquilinos desahuciados,
como
la beata en cuaresma,
como
el parado en su esclavitud
en
la estadística fría
de
un índice gubernativo.
Somos
como los gorriones de Liberto
frente
a las migajas de un banco
urbano
de Noviembre en niebla.
Somos
buscadores de la razón
en
la sinrazón de ésta guadaña.
Somos
la nación ahíta de soledades,
el
boquerón desespinado en la cocina.
Somos
esa España doblegada,
corderil
en deslanado otoño.
Somos
la vela sin mecha
de
la noche oscura de los siglos,
hasta
esa bóveda catedralicia
donde
Dios se exilió una madrugada.
Leganés,
17 de Noviembre de 2013
JOSMAN.
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