Leganés: ¿Será una Sicilia de medio pelo? Alguno- tras el anonimato- se alegra de los infantiles males ajenos, y otro, presuntamente, amenaza con cortar el cuello a un político. Una ciudad así,y judicializada, embarrada y con actuaciones putrefactas impropias del género humano, ha caído en el odio y con él, cae la razón, y sin razón todo está perdido, menos el psiquiátrico que, posiblemente sea lo más razonable.
En Leganés, los gobiernos de Isabel II, hicieron dos grandes obras, la oficina de un manicomio sin manías, y el primer cuartel- piloto- de la Guardia Civil, lo demás como dijo Picasso: "Todo es decadencia" ni el asfalto, ni el ladrillo, ni los parques vallados, ni la biblioteca inacabada, nos han hecho mejores seres humanos.
Ni siquiera alcanzamos el valor de esas esculturas inanimadas de un museo al aire libre.
El poder se lucha con el presunto navajeo y con el deseo o justificación de una enfermedad infantil. Somos lobos tras el cordero pascual.
JOSMAN.
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