martes, 2 de febrero de 2016

ESPACIO Y POLÍTICA.

El pueblo que llaman soberano, ocupa el gallinero en Leganés.

Ayer, mientras veíamos los vestigios de la antigua piscina Solagua, la madre de mis hijos me dijo: "Manolo, los salones de plenos de los ayuntamientos deberían de ser como las parroquias de los barrios obreros, una parte mínima para el altar, donde oficia el sacerdote, y una extensión mayor para los filigreses" a pesar de que dice que es atea.


Mientras fotografiaba los árboles arrancados, le dije que, al pueblo soberano en Leganés le dejó el PSOE un gallinero que se ve en esta foto propiedad del Ayuntamiento. 


Ya en el café, le di mi opinión, el político que acorrala al pueblo soberano, es que le estorba, y sólo aceptan a sus adláteres necesarios que le ríen las gracias, a la espera de algo, son y somos como aquel frutero de mi infancia, que al dar los buenos días a mi madre, - la señora Inocenta-, me ofrecía una mandarina clementina, al regresar a casa decía este aprendiz de poeta: Papa, el frutero me dio una mandarina, y mi padre acababa diciendo eso tan popular,"El que regala bien vende, si la Inocenta, tu madre, lo entiende" 


La diferencia del Mercado de Carabanchel con el Ayuntamiento de Leganés, es que los puestos eran pequeños y los pasillos del pueblo enormes, hasta en el franquismo los mercados públicos- municipales- eran más justos que los ayuntamientos democráticos.
JOSMAN.

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