Hay actitudes o acciones normales que, generalmente con salud, se hacen a cada edad del ser humano, y sin embargo los sentimientos dan un valor mayor a lo que es una normalidad.
Como un rayo ascendente
se puso de pies Darío,
alzó la mano derecha
a la red del corralito,
y dió un impulso hacia arriba
con un suspiro de alivio,
y sonrió alegremente
tras haberlo conseguido.
Madura adecuadamente,
igual que todos los niños.
Y siendo un hecho normal,
me hace feliz vivirlo.
Soy un gorrión desplumado,
que desde un rincón hoy miro
cómo lanza el polluelo
en aleteante instinto
su vuelo fuera del nido.
Leganés, 7 de Mayo de 2017
JOSMAN.
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