Ayer,en una revista de "cuyo nombre no quiero acordarme", mi amigo Liberto Malasaña, me dedicaba el comienzo de un libro de poemas "Poemas de la vida amarga" dónde en ocasiones ladran los perros.
Dentro de unos días, escribiré de él, hoy un maestro casi retirado, y a la sombra voluntaria de muchas cosas, nos sigue despertando a una realidad, esa que los políticos no ven, y están sangrando en nuestra sociedad, y en lo más intrínseco de ellas, los barrios, y aún más, las almas de los vecinos, donde a veces como deja entrever "pueda existir Dios" compartiendo espacio con el diablo.
No hay primavera eterna,
ni besos sin cuatro labios,
ni beata que desnuda
no la tienten los diablos.
Ni una Asturias sin mi infancia
corriendo del hórreo al prado.
Ni un patrón aún este siglo
que no piense que hay esclavos.
No hay sotana sin cura
ni Papa sin Vaticano,
ni Padrenuestro perdido,
ni Ave María encontrado.
Ni político que escuche
el dolor del ciudadano.
Ni payo que se confie
de las cuentas de un gitano.
En el hay, pero no hay,
musulmanes y cristianos
reimos, cuando reimos,
lloramos, cuando lloramos.
Nunca habrá una España rica,
son tantos los que trincando
viven del dinero ajeno
para nunca verse hartos.
Siempre el mismo pillaje
de un lado a otro saltando.
Leganés, 16 de diciembre de 2011
JOSé MANuel García García (JOSMAN)
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