A mi admirado Antonio (Mariscal de Campo)
Blas de Otero, nuestro poeta vasco, nacido en Bilbao en 1916, quiso dirigirse a la inmensa mayoría, y aunque hoy nos sigue alimentando su obra en verso y prosa, sólo se quedó en esa inmensa minoría -que le hizo inmortal-.
Tras leer a César Vallejo, este comienzo de 2012, me he recogido para tratar de entender a Blas mejor, si es que soy capaz de oír su voz, si soy capaz de abrir los oídos de mi mente y de mi alma.
Blas de Otero, vivió en éste Leganés nuestro, existe una prosa muy breve titulada "Obra" y es tan difícil seguir su camino, es tan difícil que sin levantar la voz, nuestra voz sea escuchada, si no lo fue apenas la de él, que será de las nuestras amigo Mariscal de Campo, que apenas sobrepasamos la línea de los aficionados.
Pero seguiremos con la voz, con la palabra escrita, hasta despertar a un Leganés, con los tímpanos destrozados hacia la poesía.
JOSMAN.
Dice Blas: " ... Bien sabemos lo difícil que es hacerse oír de la mayoría. También aquí son muchos los llamados y pocos los escogidos. Pero comenzad por llamarlos, que seguramente la causa de tal desatención está más en la voz que en el oído."
Blas, sudaba tinta delante del papel en blanco, y si él sudaba, ¿que nos ocurrirá a nosotros ...?
"La poesía tiene sus derechos.
Lo sé.
Soy el primero en sudar tinta
delante del papel...."
Blas de Otero.
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