A María Dolores Montoro de Francisco.
Ayer, hablaba de los libres pensadores, hoy, compruebo una vez más el precio brutal de la libertad, de los pensadores libres que practican la libertad de expresión dicha o escrita, llegando a la conclusión de cualquiera de vosotros, mis pocos lectores, es breve y simple, pero es cuanto percibo, y así lo escribo:
En este mundo el libre pensador en muchas ocasiones sufre de soledad, la incomprensión se convierte en el desprecio de los alienados, esta circunstancia le deprime, le angustia y es preso de la ansiedad. Y si no sabe o no puede combatirlas, su vida a veces es un tormento; y éste tormento es, el precio brutal de su libertad expresada.
Otros seres piensan libremente, pero, no expresar los pensamientos en libertad, y eso es, no sentirla, no tenerla, y esto, castra la mente del individuo.
Estos días, y estos 2 últimos años, nos enfrentamos a la avaricia del Gran Capital, necesitamos pensar como combatirlo, y expresar como debemos hacerlo.
Leganés, 30 de enero de 2012
José Manuel García García (JOSMAN)
2 comentarios:
Todo un detalle por tu Parte.
Un abrazo
Gracias Wasabi,era de justicia.
Un abrazo:
JOSMAN.
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