Santiago Llorente, es inocente, pero deberá de llevar la carga que abruma al pobre, para como decía Bécquer, subir a la cumbre con el pesado fardo de su partido al hombro.
Llevar el apellido "obrero" y traicionar al obrero, es la hipocresía vestida de etiqueta.
El PSOE ha cavado su fosa mortuoria, y empleó dos elementos, el pico y la pala.
El pico fue su reforma laboral, dejando a los trabajadores al pairo interesado de las empresas y los llamados mercados.
La pala, fue la modificación del Art. 135 de la Constitución Española, donde en vez de dialogar una moratoria para la deuda, se sacrificaron todos los pilares del llamado estado del bienestar, y entre ellos, los servicios sociales que dignifican a los seres más desfavorecidos.
Y hoy se preguntan sus dirigentes por qué se hunde en el cieno de la incomprensión.
El PSOE, debe de preguntarse por qué empezó el 15-M con ellos en el poder.
¿Por qué surgen los indignados? Zapatero empezó abriendo el melón, en vez de haberse ido a León a pescar truchas un año antes.
La dignidad de los seres no es algo gratuito. En Leganés, nadie culpamos a actores secundarios ni del PP ni del PSOE de esta tragedia española, pero son planetas de sus soles en las ejecutivas nacionales, y eso resta credibilidad al nombre,a la sigla, y esos, son su pico y su pala de sepultura abierta.
Mientras en Parla viajamos en un tranvía llamado deseo...¿o, dinero?
Santiago Llorente, candidato del PSOE a la alcaldía de Leganés, es inocente, pero -metafóricamente- los herodes que caminan hacia las urnas, no distinguieron inocentes hace 2014 años en Judéa, los humanos somos así, ciegamente vengadores.
JOSMAN
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