Los carpinteros en mi infancia hacían lazos de cola de milano para unir dos maderas, no existe ningún lazo que pueda unir a un político con un poeta social. Y si alguien lo creara habría asesinado para siempre esa poesía fundamental y necesaria.
Desde Quevedo a Celaya, todos pasaron por la cárcel por el delito de escribir lo que pensaban, y yo, sólo al ser aficionado, por el calabozo.- Cárcel menor-
Desde Quevedo a Celaya, todos pasaron por la cárcel por el delito de escribir lo que pensaban, y yo, sólo al ser aficionado, por el calabozo.- Cárcel menor-
Quizás los aprendices de poesía social, seamos enfermos, sí lo somos, porque intentamos luchar por la dignidad de los pobres olvidando la nuestra, y nos revolcamos y hasta buceamos por la ciénaga política por desatascar la cloaca o el sumidero que arrastre su podredumbre. y eso es locura en este siglo XXI.
La mayoría de los políticos no quieren entendernos, y nosotros los poetas, les entendemos demasiado.
JOSMAN
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