Tras una noche en que Leganés parecía una Siria sin heridos, petardeada la ciudad en cada baldosa, Liber, mi gatita, me despierta con su manita acariciante, hoy no me clava las uñas, hoy, en este año nuevo necesita de mi cariño, y yo, el de ella,
Los socialistas nos han dado 5 minutos más de fuegos artificiales que el gobierno del PP, y los ciudadanos ésta noche sacamos nuestra cara más festiva y al tiempo explosiva.
Mi gata, Liber, buscaba refugio tras mi viejo sofá, se escuchaban explosiones por todo éste Mayorazgo, voces, risas, el pueblo necesita el desahogo, como los Lanceros de Tordesillas necesitan un toro que lancear.
La mente necesita explosiones inofensivas, y lanzas, no hemos salido del medievo, tenemos esa necesidad de mostrar a la joven que nos gusta quien tiene el petardo más grande y explosivo.
Pero Liber y yo, sin ser mejores ciudadanos nos damos calor humano y animal, ese calor que decía mi padre que precisaba, en su habitáculo sobre el establo vacuno de su Asturias milenaria.
Ahora de amanecida, Liber y yo jugamos en este sosiego sordo, y cuando me ve el papel y el boligrafo, me lo araña y me dice con los ojos: ¿"Tonto, por qué escribes tonterías"?
Y le respondo: Liber déjame, necesito esta gimnasia mental, la de escribir, para no volverme más tonto y petardear las calles sin sentido.
Liber se retira, posiblemente me ha entendido.
JOSMAN.
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