LEGANES.
-Retrato de un pueblo manchego con Ley de Grandes Ciudades,
que tiene aún sus Luces de Bohemia"-
Empiezo a ser tan mayor que, a Leganés entré por primera vez allá por 1958 en una tartana con la que mi padre repartía leche por los madriles y venimos de excursión invitados por un amigo.
Leganés era lo que hoy, un pueblo manchego, que a día de hoy tiene una Ley de Grandes Ciudades, desde la Villa y Corte hacía el este, oeste y sur todo es manchego, hasta el barrio de mi nacimiento Carabanchel Bajo.
Viendo las grandes avenidas, las viviendas colmena y las rotondas modernistas, creemos estar en esas metrópolis globalizadas, pero a Leganés le pasa lo que a mis piernas, externamente parecen sanas y no descubrimos la incipiente Artritis, ni su circulación sanguínea, por eso a Leganés se le conoce “Leganeando” entrando en lo intrínseco sin invadir las intimidades personales, que está penado por las leyes.
Leganés, el Leganés profundo tiene mucho de manchego, y a la vez un tufillo de esperpento, no hay constancia de que nos visitara su creador el ilustre gallego Valle Inclán.
Leganés no tiene un Max Estrella, pero tiene sus “Luces de Bohemia” que recreamos un siglo después.
Leganés es también como aquella taberna de Pica Lagartos, su don Gay y sus Dorios de Gadex, También sus Dieguitos y su ministro municipal.
No faltan Quijotes como yo, ni Latinos de Hispalis, hasta barbudos de barbas blancas que sin ser Max Estrella, queremos comernos el “Pan de Higo” de una mozuela a la que hace años”le visita el Nuncio”.
En lo municipal, y lo reitero cada mes, vivimos una Timocracia digna del sabio Solón, y da lo mismo sea gobernada por PP que por PSOE-IU, tras el ladrilleo y el asfalteo, vinimos a menos, tuvimos que inventar LEGATEC, pero el tecnicismo es como aquello de las huertas de pepinos, mucha agua y poca vitamina, y pasamos de vender hortalizas en la Plaza de la cebada, para vendernos a Madrid en trabajos precarios y de hambruna.
Pero Leganés hizo viejos a sus sindicalistas, aquellos de la “Barreiros” que abandonaron la lucha por los derechos y los metimos en “Hogares de la Tercera Edad” y ahí, se nos fue la fuerza reivindicativa.
El poder jugó con esas tres barajas que movilizan al ciudadano: Cabalgata de Reyes, Carnaval, y la beatería de Semana Santa, donde con todo su derecho legítimo de la libertad religiosa, sigue el caminar de los cirios candescentes y sus capuchinos penitentes de ningún pecado.
Somos eso mismo, manchegos-madrileños que, a la hora de reivindicar derechos, nos basta con una mesa y cuatro sillas, como si los derechos fueran una partida de mús.
Cómo seremos en Leganes que, hasta para cebarnos, tenemos un restaurante que llamamos “el Cebadero” y otro de caridad que llamamos el “Comedor de Paquita Gallego"
Y, entre uno y otro, los intermedios revivimos las dos Españas, hoy los Max Estrellas ya no se muere en el umbral de su puerta, lo hacen en los pasillos de las urgencias sanitarias, pero les da lo mismo, los Latinos les abandonan a la puerta, eso sí, sin robarles la cartera.
Hoy los viejos revolucionarios, pasean a sus nietos y ayudan a sus hijos, que terminan comprando un chalet adosado, en su derecho, pero olvidando defender los derechos colectivos, es una cultura nueva, en barrios donde hasta para comprar el pan o tomar un café hay que coger el coche, somos manchegos sin sociedad, y la crisis ha convertido en esas viviendas unifamiliares en cárceles de lujo, como en Villaviciosa de Odón, enrejados y cautivos voluntarios.
Los habitantes de la Colmena nos hacemos viejos y los de las llamadas urbanizaciones en horas de descanso, son casi anacoretas por horas.
No nos falta ni un Psiquiátrico y garitos de Rock, pero, y la médula y su sistema nervioso interno, lo esencial de la Sociedad está en precario, la Sanidad, la Educación, el Trabajo y los Servicios Sociales, son eso mismo “LUCES DE BOHEMIA” donde Madame Collet, no tiene ni esa sopa de avecrém.
No es pesimismo, ¿y como se cambia un pueblo? ¡No Dieguito, ya no nos alcanza ni con el dinero de la Policía!, ¡Así es Sr. Ministro!
Quizás tendremos que esperar, por ver lo que dicen Rubén Dario y el Marqués de Bradomín. Mañana si quieres volvemos al Cementerio marqués donde existe un coso taurino con paraguas, ¿Con paraguas, Pisa Bien? ¡Bueno aquí se la llama La Cubierta!
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